´Pandemonium´, con la inclusión de Carlos Sanz a las voces, eleva a Dünedain a un nivel superior respecto al estatus que ya atesoraba…
Artista: DÜNEDAIN
Álbum: Pandemonium
Sello: Autoproducido
Fecha: 15 de Octubre 2016
Nota: 8’7/10
Cuatro años han pasado desde que los de Madrigal de las Altas Torres (Ávila) editaran su notable ´Mágica´, período que trajo importantes cambios en el seno de la banda, primero en el puesto de bajista y segunda voz – Jesús Izko (Nudo) sustituiría al fugado Jacin – y en 2015 se incorporaría como voz principal el apabullante Carlos Sanz (Melqart, Iron What?), regrabando el emblemático ´Por los siglos de los siglos´ como carta de presentación y, autoeditando entremedias los singles ´1000 golpes´ (2013) y ´Melancolía´ (2014). Cabe señalar que Tony Delgado ha conseguido, en mi opinión, la mejor formación de la historia de Dünedain y eso se ve reflejado en este magnífico ´Pandemoniu´. Además de ser el compositor de todos los temas, el ingreso de Carlos en la banda no lo relega en exclusiva a la guitarra solista sino que, afortunadamente, sigue asumiendo un papel importante como segunda voz de Dünedain.
´Pandemonium´ se inaugura con ´Eón´, un corte instrumental que comienza solemne y expectante y en el que pasados los dos minutos va entrando la batería y aumentando la intensidad pero para mi gusto es demasiado extensa y por ende torna en tediosa debilitando su efectividad como Intro. Con ´Legado´, ahora sí, empieza el verdadero ´Pandemonium´, una canción deslumbrante que, no en vano, eligieron como adelanto del disco; tema muy rítmico y de guitarras muy melódicas en el que podemos comprobar cómo las voces de Carlos y Tony empastan a la perfección llegando a su clímax en el memorable estribillo. Decía Alfredo Hoffman que “cuanto menos nos aceptamos, más necesitamos la aceptación de los demás”; de eso habla el tema: vivamos una vida que nos dé orgullo contar.
Le sigue ´Bola de Cristal´, que empieza con un riff duro que da paso a una melodía de guitarra que me recuerda sobremanera a la del mítico ´Out in the Fields´ del gran Gary Moore (DEP); espectacular estribillo con un Carlos sobresaliente desbordante de agudos tan potentes como afinados, quien no lo conozca va a quedar asombrado tanto en estudio como en directo. La canción habla de alguien que vive inmerso en una burbuja de irrealidad en una letra abierta que da mucho juego.
En ´Vuela´ se reparten las estrofas Tony y Carlos, en un tema que infunde ánimo y energía al protagonista para que prosiga en la consecución de sus objetivos, apreciándose ciertos elementos nuevos dentro del sonido clásico de Dünedain. ´Conquistar el cielo´ es otro punto álgido del disco, un tema poderosísimo con un Carlos desatado y rabioso afrontando sus estrofas y un estribillo melódicamente sobresaliente; cuando parece que está al máximo te sorprende subiendo más y más, espectacular. Su título hace alusión a la frase “hoy vas a conquistar el cielo sin mirar lo alto que queda del suelo”, no por el miedo al fracaso debemos renunciar a luchar por nuestros sueños pero hay que saber que a veces se gana y a veces, como le ocurre tristemente al protagonista, se pierde.
A continuación llega ´Hechizo´, probablemente el mejor tema del disco; se me sigue poniendo la piel de gallina cada vez que lo escucho y esa es la más fidedigna vara de medir. Comienza casi a capella Tony cantando el estribillo como solo él sabe: sutil, elegante, reposado, profundo, emocionante; sin duda posee uno de los timbres más personales y magnéticos del panorama nacional. Se une luego el resto de la música destacando en las estrofas el bajo de Izko y,a Carlos, que reproduce el estribillo de forma brutal con increíbles agudos que me erizan la piel de nuevo.
´Confía en el amanecer´ baja el listón, no porque no sea buena sino por venir a continuación de ´Hechizo´; lo mejor es el estribillo donde vuelve a brillar y ya no es noticia a estas alturas, el sr. Carlos Sanz. ´Vivir el pasado´ es musicalmente muy ´happy´ y, salvo en el estribillo, lleva el peso vocal Tony con unas melodías de voz muy buenas. ´Luna y Sol´ es puro Dünedain, pero en un tema tan extenso (sobrepasa los 8 minutos) es difícil mantener el nivel; en el primer tramo es la primera vez en el disco que, desde mi punto de vista, no mezclan bien las voces pues tras una entrada pausada de Tony en las estrofas entra Carlos de manera muy abrupta en los pre-estribillos, un contraste demasiado radical. A partir de la mitad del tema hay un pasaje instrumental y un solo de guitarra fantástico replicado por el estribillo en diversas tonalidades.
´Tu Sueño´ introduce sonoridades celtas/folk que aún siendo un ingrediente nuevo en el sonido de la banda se queda el tema como simplemente correcto. ´El Beso´ conserva el toque folk pero solo al principio y mejora en conjunto el resultado de la canción anterior; combinan sus voces Tony y Carlos en un tema de tempo calmado cuya mejor parte es el estribillo. Cierra el disco a modo de bonus track ´Melancolía´, estrenado, como comentaba al principio, hace 2 años y con Tony como protagonista absoluto haciendo gala de su versatilidad vocal; es un tema mucho más Power Metal de grandioso estribillo, otra de mis favoritas, que se muestra como un homenaje a ese estado anímico de apatía y tristeza permanente que, sin embargo, es capaz de superar el chico del que habla la canción.
´Pandemonium´, con la inclusión de Carlos Sanz a las voces – con quien Tony llevaba tiempo queriendo trabajar pero por compromisos de Carlos con otros proyectos no pudo materializarse antes la asociación – y con la mejoría notoria del propio Tony a las 6 cuerdas añadiendo mayores dosis de virtuosismo, eleva a Dünedain a un nivel superior respecto al estatus que ya atesoraba. Con una primera parte del disco impecable y una segunda un poco menos buena, han parido en cómputo general un disco excelente en el que además de afianzar el tan anhelado sonido propio (se puede hablar ya – si es que alguien tenía alguna duda – de sonido Dünedain) muestran visos de capacidad evolutiva que vaticinan un futuro que, todo apunta, están destinados a escribir con letras de oro.
8’7/10
Rubi Pell