Artista: ANGELUS APATRIDA
Álbum: Aftermath
Sello: Century Media
Fecha: 20 de octubre de 2023
Nota: 9/10
Podría empezar esta reseña diciendo (algo tan obvio, por otro lado) que Angelus Apatrida es la banda más grande de Thrash (¿de todo el metal quizás?) que tenemos por estos lares. Pero no lo voy a decir, al menos de esa manera, porque sería solamente circunscribirla al Estado español, algo que sería totalmente injusto y, además, equivocado.
Angelus hace tiempo que pasaron esas fronteras, probablemente desde que en 2010 ficharan por Century Media y publicaban el fabuloso “Clockwork “ y a día de hoy son un referente de primera línea y portador digno de la bandera de aquello que se denominó a principios del milenio el Resurgimiento del Thrash.
Después de siete discos de estudio, este viernes 20 de octubre, verá la luz su nuevo trabajo bajo el título “Aftermath”. Los dos adelantos que nos regalaron en forma de vídeo desde finales de verano, además del portadón a cargo del húngaro Gyula Havancsák quien se encarga del arte de la banda desde el “Hidden evolution” (2015) y que para los que venimos de la “vieja escuela de enamorarse de un disco por la portada” ya nos decía mucho, nos ponían los dientes largos. El resultado final una vez escuchado todo el trabajo no puede ser más positivo.
Desde su arrasadora apertura, sin florituras ni adornos, sino directa, como también iniciaban “Hidden evolution”, “Scavenger “ nos muestra el camino por el que el trabajo va a seguir. ¿Sorpresas? Cero. ¿Alegrías? Todas. Enseguida reconoces el estilo de los albaceteños, thrash duro, contundente y rápido.
“Cold” es más lenta, pero más potente si cabe que su antecesora. En ella noto en el estribillo un toque muy Machine Head, por lo melódico, y no será el último guiño a la banda de Robb Flynn que vea en este trabajo, pero para un fan, como yo, de los de Oakland, esto se convierte en un plus.
La velocidad y la violencia regresan y esta vez con sorpresa incluida en la persona de Jamey Jasta, frontman de Hatebreed que se marca un dueto con Guille espectacular y donde combinan de manera efectiva Thrash con Hardcore.
La segunda colaboración viene de los dedos y la guitarra de Pablo García (Warcry) en “Fire Eyes”, tema más calmado y que puede recordar, siguiendo con las referencias, a algunos cortes de Testament.
“Rats” y “Gernika” tienen en común su propuesta, tanto temática como musical, pero con la diferencia de como afrontan los estribillos, el primero directo y cortante y el segundo dando un hilito de melodía.
Y entre media de estas dos, otro de los adelantos, una maravilla de casi nueve minutos bajo el título de “To Whom It May Concern”. Aquí aparece el otro tema que me recuerda por momentos (muchos) a Machine Head. Su inicio arpegiado con una voz calmada para después arrancarse con mucha furia y que ese tobogán de tempos se vaya sucediendo a lo largo del corte.
El disco llega a su recta final y primero lo hace con “I Am Hatred” otro tema de puro thrash marca de la casa para dar paso a los dos últimos que vuelven a tener colaboraciones.
En “What Kills Us All” la voz invitada es la de Sho-Hai, de la banda de Hip-Hop española Violadores del Verso. Una combinación esta que, otra vez, se acopla perfectamente y donde no ves nada forzado. Temazo.
El cierre es para una canción más pausada, más calmada, que cuenta con la soberbia voz de Todd La Torre de Queensryche. Un medio tiempo donde las dos voces conviven y, como sucedió en todas las anteriores colaboraciones del trabajo, encajan perfectamente. Un final de disco espectacular para un disco espectacular.
El punto negativo que le pongo es que los dos bonus tracks, “Indoctrinate” y “Give ‘Em War” grabadas en directo en Bilbao y Barcelona respectivamente, solo aparecen en la versión digital y no
en el vinilo ni en el CD.
Angelus Apatrida ha conseguido, para mí, algo muy complicado que es ir superándose disco tras disco. Desde que yo los descubrí con “Give ‘Em War” allá por 2007 hasta su homónimo de 2021 considero que cada álbum a superado al anterior, y con este “Aftermath” no iba a ser diferente. Si es o no su mejor trabajo dependerá de cada uno, para mí va camino de serlo, pero lo que si está claro es que la banda no tiene techo y están, desde hace mucho, abonados a facturar discazos.
Salva Arteaga