Llegamos a la mitad de la década, a 1995, que esta marcada fundamentalmente por dos géneros. Salva Arteaga te lo cuenta a continuación.
1995
Llegamos a la mitad de la década y con ello también comenzamos a asistir a un cambio de estilos predominantes. Como vimos en el capítulo piloto, más o menos en estos años centrales de los 90 el grunge va perdiendo gas y comienza a ser «sustituido» por un nuevo estilo que emerge fuertemente y que se llamará nü metal. Este nuevo estilo, al igual que el grunge, es una amalgama de bandas que no encanjan dentro de los estilos tradicionales, más que un estilo con características similares. Igual que no hay mucho parecido entre Nirvana y Stone Temple Pilots, tampoco la hay entre Korn y Deftones, por poner un par de ejemplos.
En el metal «más tradicional» sí que hay más unión estilística dentro de los dos grandes géneros que predominarán en la década. Así, en los primeros años tenemos muchísimas bandas de metal extremo que tienen mucho parecido entre sí. La segunda parte de los 90 comenzará a aparecer (de nuevo) un estilo que comenzó en los 80 pero que será a partir de 1995 cuando volverá con más fuerza que nunca, hablo del power metal.
Pero lógicamente, no todo será metal extremo y power en esta década. En estos años ya hemos visto que hay un poco de todo, en los inicios algo que heavy del más clásico, también algo de glam y thrash, y a partir de ahora veremos también los primeros álbumes destacados de otros estilos que comenzaban a aparecer en escena como el gothic metal o el metal progresivo.
Este año de 1995 también vio la separación (aunque no definitiva, estás separaciones nunca son definitivas) de algunas bandas importantísimas, como el caso de los norteamericanos Suicidal Tendencies (volverían un año después con nueva formación) o una de las pocas formaciones de músicos negros que ha tenido el rock y el metal con un nivel de popularidad altísimo, me refiero a Living Colour. También asistimos este año al nacimiento de bandas que ahora están reconocidas mundialmente dentro de sus géneros como son, entre otras, Evergrey, Slipknot o los fineses Ensiferum.
COMENZAMOS
El 4 de abril comenzaba el año metalero, desde el punto de vista de grandes obras, y la primera llegaba desde Alemania. Blind Guardian nos presentaban su quinto album de estudio que llevaría por título «Imaginations from the other side«, un disco lleno de referencias literarias y musicalmente más completo que los anteriores y que va a colocar a la banda liderada por Hansi Kursch (este fue su último disco tocando el bajo) en primera línea de esta nueva ola de power metal europeo que en estos momentos lideraban los renacidos Helloween y los espectaculares Gamma Ray.
Otra de las bandas de power metal que este año dará un golpe en la mesa para posicionarse en los lugares más altos del género, son los fineses Stratovarius. Los chicos de Timo Tolkki harán un gran disco donde mezclan el power con pasajes de música clásica que tan bien han encajado desde siempre en el metal. «Fourth dimension» es el cuarto disco de Stratovarius y el primero donde cantará Timo Kotipelto, y esto se nota en la calidad con respecto a trabajos anteriores.
Pero no solo de power vive el hombre. El metal más extremo sigue gozando de una salud más que envidiable y entre abril y mayo saldrán a la calle tres discazos que vamos a ver (y a oír) a continuación. Desde Estados Unidos los deathmetaleros Deicide publicarán su tercer disco bajo el nombre de «Once upon the cross«. «Once upon the cross» es death metal blasfemo salido de la mente de un lúcido Glen Benton. Es death crudo, rápido y rabioso que copiarán después muchas bandas, uno de los casos más claros es el de Nervecell, la banda de Emiratos Árabes.
El segundo gran lanzamiento de metal extremo de este momento del año vendría desde Noruega con el, también, tercer disco de Inmortal. La banda de Abbath se va a consolidar en lo alto de la escena más extrema con este «Battles in the North» que está considerado, junto a su predecesor «Pure Holocaust«, uno de los mejores trabajos de Inmortal, que hasta este trabajo seguían siendo un dúo, el anteriormente nombrado Abbath a la voz, bajo y batería y Demonaz encargado de las guitarras.
La tripleta de discazos de metal extremos de esta primera parte de 1995 viene muy cerquita de donde publicaron Inmortal. Desde Suecia, los aún a día de hoy desconocidos black metaleros Naglfar se sacan de la manga un debut que titularán «Vittra» y que es una oscura maravilla en sus más de 45 minutos de duración. A diferencia de otras bandas de black del momento, Naglfar ya introduce teclados para crear atmósferas, lo que hace mucho más completo los temas que componen el disco. Si eres de los que nunca habías oído hablar de esta banda y de este disco, ya estás tardando en escucharlo.
Cambiando absolutamente de tercio, dos días después de la salida de este disco de Naglfar, verá la luz el cuarto trabajo de los alemanes Gamma Ray. La banda del padre del power metal, Kai Hansen, saca a la venta el que sin lugar a dudas es su mejor trabajo y uno de los mejores discos de power de todos los tiempos. «Land of the free» (del que luego, en 2007, se hizo una segunda parte sin tanto éxito) es un discazo lleno de velocidad y melodía. Curiosamente es el primer disco en el que cantará Kai Hansen después de la salida de Ralf Scheepers, quien poco después comenzaría su andadura en Primal Fear.
En pleno verano nos llegaría desde Inglaterra el quinto trabajo de Paradise Lost. La banda de
Nick Holmes facturará una obra maestra titulada «Draconian times» que será reconocida a nivel mundial como uno de los grandes discos del gothic metal. Este disco se mete de lleno en este recién nacido género, dejando atrás los sonidos doom de sus primeros trabajos. «Draconian times» influenciará de manera clarísima a bandas que están a punto de nacer como To/Die/For, Entwine o los primeros Lacuna Coil.
Al día siguiente de la salida del disco de Paradise Lost, se publica en Estados Unidos un disco que no tiene nada que ver con lo que hemos visto anteriormente en este año 1995. Metal industrial, cortante, seco, a veces con toques electrónicos y, sobre todo, con mucha melodía es lo que nos presentan los californianos Fear Factory con este «Demanufacture» que será espléndidamente recibido por toda la crítica y el público, y que se verá respaldado 3 años después por su continuación titulada «Obsolete«.
Otra banda que deja atrás el doom con el que iniciaron su carrera para buscar nuevos caminos, fueron los holandeses The Gathering. Con su tercer disco «Mandylion«, The Gathering comienzan a coquetear con el rock y se comienzan a ver las influencias de músicas más progresivas, a la vez que suaves, que serán claramente visibles en discos posteriores como «If then else» (2000) o «Souvenirs» (2003). Gran parte de culpa de este cambio la tiene la entrada a la voz (¡¡¡ y que voz !!!) en este disco de la guapísma Anneke van Giersbergen.
Llega noviembre y con él dos obras maestras del metal. Señoras y señores, pónganse en pie para recibir el cuarto album de estudio de los suecos At The Gates titulado «Slaughter of the soul«. Junto al siguiente disco que veremos es el despegue definitivo del death metal sueco y por ende, el despegue definitivo de estas dos bandas. Justo después, At The Gates se separarían para no volver a grabar disco hasta 2014, cuando registraron otra obra maestra titulada «At war with reality«.
Prácticamente una semana después verá la luz «The gallery» el otro gran disco, que junto a «The jester race» de In Flames que veremos en el próximo capítulo de Rompiendo Mitos, forman el trío de discazos que pusieron en el mapa mundial el death metal melódico también conocido como sonido de Gotemburgo. «The gallery» es el segundo disco de Dark Tranquillity y el primero con la voz de Mikael Stanne, que procedía de In Flames con los que había grabado el año anterior «Lunar strain«.
1995, mitad de la década y año marcado por el metal extremo y el power metal, aunque seguro que tú echas en falta algún que otro disco. Si es así, déjanos tu opinión en nuestro facebook.
Redacción y dirección: Salva Arteaga