
Artista: MARCO GARAU´S MAGIC OPERA
Álbum: MARCO GARAU´S MAGIC OPERA
Sello: INDEPENDIENTE
Fecha: 19 febrero 2021

En el año 2001 aparecía un sorprendente proyecto musical bajo el nombre de Avantasia, en el que el vocalista de los alemanes Edguy reunía en torno a él a una gran cantidad de talentosos músicos para, en dos episodios (el siguiente saldría un año después) contar una historia creada por él y en la que los vocalistas hacían un personaje cada uno. El resto es historia que conoces perfectamente.
No era el primero en hacer esto, el nerlandés Arjen Lucassen en esos momentos ya había grabado con su proyecto Ayreon cinco álbumes, aunque casi siempre contó con músicos de su propio país, igual que sucedió con Legado de una tragedia, el proyecto de Joaquín Padilla, en España.
Tras el éxito mayúsculo de Avantasia de Tobias Sammet, comienzan a salir proyectos como ese, con más o menos suerte.
Tenemos casos que no obtuvieron el éxito previsto como el Timo Tolkki’s Avalon o Aldaria del noruego Frode Hovd, proyectos que sí lo obtuvieron como Legend of valley doom del también noruego Marius Danielsen o algunos menos conocidos pero de una calidad altísima como el del brasileño Heleno Vale y sus Soulspell, con cuatro discazos, o el proyecto italiano bajo el nombre de Genius: a rock opera.
Bueno, ahora nos llega precisamente desde Italia y con «Ópera» en su título, un nuevo registro de un músico que ha unido fuerzas con otros talentos para mostrar su obra.
Hablamos del teclista de Derdian, Marco Garau, que el 19 de febrero nos presentó su Marco Garau’s Magic Opera, un disco que tiene que ver mucho con todos los que comentamos anteriormente, por un lado porque utiliza el power metal como base de operaciones y, por otra, porque pone su nombre al proyecto como hicieron Sammet, Tolkki, Danielsen….
La gran diferencia que hay entre esas obras y esta es que en el disco que nos ocupa no hay músicos invitados, sino una especie de superbanda formada por tres de los músicos de Derdian, Enrico Pistolese en el bajo, Salvatore Giordano en la batería además del propio Garau en los teclados y la composición del disco, tanto musical como letrísticamente. A ellos les acompaña en las guitarras Gabriel Tuxen de los daneses Seven Thorns y Matt Krais de los estadounidenses Shadowstrike, rematando la banda a la voz el tico Anton Darusso de los costarricenses Wings of Destiny.
Y esto último es otro de las cosas que diferencia las obras anteriormente aludidas y esta, la presencia de un solo vocalista (que no una sola voz, ya lo veremos más adelante) en la figura de Darusso.
Con estos ingredientes tenemos ya todo para cocinar un disco de power metal sinfónico con claras influencias italianas, maracadas sobre todo por Rhapsody y, por supuesto, por Derdian.
Esa influencia Rhapsody y Luca Turilli la vemos también en la historia fantástica que nos cuenta donde, por supuesto aparece un reino, magos, disputas de poder y un pentáculo de oro (así se titula el album) que tiene un poder excepcional.
Es precisamente con “The golden pentacle” con el tema que se abre este trabajo, es un claro ejemplo de por donde va a ir el disco, power rápido, épico y melódico. Y ya deja claro que este disco va a contar con un montón de estribillos de los más pegajosos que habrás escuchado en mucho tiempo. “Elixir of life” es un corte más lento, más en la línea “medieval” de Rhapsody y con Darusso acercándose a las tesituras vocales que nos recuerdan a Fabio Lione. Nos regala otro estribillo top (para mí el mejor del album) y un espectacular solo de teclado.
La cosa por ahora ha empezado por todo lo alto, pero lejos de bajar el nivel, lo mantiene con “Keepers of the night” donde la música clásica se funde con el power, e incluso con el musical como a mitad del tema.
“Never ending pain” es mi tema preferido de todo el album , y eso que es díficil elegir entre tantos buenos. A mitad del tema aparece algo así como un tango mezclado con guturales a cargo de Anton Darusso (por eso decía al principal lo de un solo vocalista pero no una sola voz)…….INCREIBLE.
“Fight for the victory” es más lenta, pero potente, coreable y épica. Aquí la batería y las guitarras cogen protagonismo en lugar de los teclados, al igual que “The secret of the sea” que sigue la senda abierta por su predesesor y en la que vuelven a destacar las guitarras y el estribillo.
“The sacred legacy” pareciera que va a ser una dulce balada, pero empieza la tormenta a los pocos segundos. Tema muy Derdian pero con un estribillo “rhapsodiano”, barroquismo y clásico otra vez y otro solo de Marco para aplaudir. Este tema es otra de las maravillas del disco.
“Free again” fue el 2º tema que escuché antes de que me llegara el disco y no me gustó tanto como el primero. A día de hoy lo ratifico, es el tema mas “flojo” del disco, pero es que al compararlo con todos los demás queda un escalón por debajo.
Con “The other side” sí tenemos la balada. Me recordó a las baladas de los años 80 y 90 con un solo de guitarra bestial. Si no me equivoco “Thief of souls” fue el primer single con el que presentaron el disco y es perfecto para exponer que va a contener esta opera mágica.
Llegamos al final del disco con “Until the end of time”. Tanto la apertura como las primeras estrofas me recordaron un poco, salvando las distancias, a Powerwolf. Tema con partes rápidas, lentas, solos de guitarra, solos de teclados, voces limpias, voces guturales, melodía a borbotones, estribillo superando lo épico. Temazo para cerrar el disco y que te quedes con ganas de más, y vamos que sí te quedas.
Esta obra que ha parido Marco Garau es, sin duda, de los mejores discos de power metal sinfónico y épico que he escuchado en mucho tiempo (y eso que escucho mucho power) pero es que esta “Magic Opera” tiene todo lo que debe tener un disco, sea cual sea su estilo: una colección de temazos, en los que no cabe relleno, compuestos con mucha calidad, donde nos cuenta una historia que encaja perfectamente con la música, unos músicos en estado de gracia y a lo que se le suma una muy buena producción, mezclado y masterizado por Danilo di Lorenzo, quien se ha encargado de todos los discos de Derdian y una bellisima portada a cargo de Jan Yrlund.
¿Habrá continuación? Esperemos que sí, porque este es sin duda alguna, no solamente uno de los mejores discos de este año, sino que pasará a estar entre los más destacados del power metal de la década que recién está empezando.
Salva Arteaga