Artista: Serious Black
Álbum: Suite 226
Sello: AFM Records
Fecha: 31 de enero de 2020
Nota: 8,5/10
SERIOUS BLACK es una de esas bandas que pese a llevar poco tiempo en la escena tiene ya un nombre más que reconocido a lo largo y ancho del globo. Formados en el año 2014, la banda cuenta ya con cuatro discos editados en el mercado, el primero de ellos en el año 2015, habiendo ascendido rápidamente y siendo una de las bandas más potentes del metal melódico a nivel global a día de hoy.
En este 2020, la formación regresa con un nuevo disco, titulado “Suite 226”, el cual promete mantener el nivel tan alto que siempre ha mostrado la banda desde su formación, con Urban Breed a la voz, Dominik Sebastian a la guitarra, Mario Lochert al bajo y Ramy Ali a la batería.
Arranca el álbum con “Let Me Go”, un corte directo, con bastante potencia y que suena con una garra descomunal, mostrando una fuerza más que arrolladora por parte de la banda, una buena muestra de algo que se les da muy bien, que es realizar canciones con una combinación de sonidos (sobre todo en la voz) espectacular y que suenan como un auténtico cañonazo. Una apertura directa, contundente, mostrando no solo un estado de forma excepcional por parte de Serious Black, sino un trabajo excelente a la hora de componer, logrando un juego vocal más que interesante con ese punto extra que le aporta un estribillo muy bien resuelto. Un comienzo por todo lo alto.
“When the Stars Are Right” arranca con una guitarra afilada y contundente y una batería sumamente potente durante los primeros segundos, dando paso a una explosión sonora realmente espectacular, con un juego de ritmos soberbio y, sobre todo, una base rítmica plagada de fuerza que se convierte en el colchón ideal sobre el que desatar la furia de unas guitarras descomunales y un trabajo vocal excelente, aportando una melodía exquisita y que le da un plus de calidad a una canción que suena francamente bien. Nuevamente un trabajo sublime por parte de esta banda, lo que deja claro por qué en tan poco tiempo se han convertido en uno de los referentes del género.
Seguimos con “Solitude Étude”, que arranca con unas guitarras espectaculares para desatar la furia de una base rítmica que va a usar el ritmo más acelerado de este inicio de álbum. Un juego de sonidos exquisito nos da paso a la voz, donde vamos a ver cómo de nuevo juega con todas las tonalidades que tiene esa privilegiada garganta a las mil maravillas. El estribillo es de matrícula de honor, produciendo un cambio de ritmo pero sin perder un solo ápice de potencia. En general, es un tema que me ha parecido interesante por su estructura, por los cambios de ritmo que se pueden apreciar y por cómo la banda ha jugado a la perfección con todos los sonidos que pueden obtener, dejando una canción sumamente completa y realmente excepcional, una verdadera maravilla musical.
“Fate of All Humanity” es un corte que se va a una faceta bastante más melódica que sus predecesores, dejando algo de esa potencia desbocada vista al inicio del álbum y adoptando un sonido mucho más rico en matices. La voz en este caso no usa tanta variedad de registros como en los casos anteriores pero no por ello desmerece en absoluto el trabajo realizado, ya que se mantiene en un tono que le va perfecto al tema. El trabajo realizado por la formación para componer y grabar esta pieza es digno de destacarse, ya que esa riqueza de sonidos que decía antes le da ese plus de calidad que podría caer por la bajada de revoluciones, por lo que estos recursos, muy bien empleados por los músicos, hacen que esta canción mantenga el tipo sin ningún tipo de problema, siendo además una canción espectacular, al menos a quien les escribe le ha maravillado.
Llegamos al ecuador del álbum con “Castiel”, que comienza con un ritmo algo pausado y con un solo de guitarra más que interesante, pero el ritmo acelera y nos anuncia la entrada de la voz, que se maneja en unos tonos agudos realizando un trabajo titánico para ofrecer un resultado a la altura de lo visto en los cortes anteriores. Una vez más, vamos a ver un buen abanico de recursos sonoros para aportar ese extra al tema, sobre todo en la base rítmica, donde el trabajo de la batería es, sencillamente, magistral, manejando los ritmos y los cambios en el mismo a las mil maravillas. Las guitarras en este caso vuelven a coger ese punto de agresividad extra que teníamos al inicio, lo que nos deja de nuevo un tema repleto de fuerza y con mucha pegada.
“Heaven Shall Burn” es un tema que arranca de forma similar al anterior, durante unos pocos segundos vamos a tener una guitarra a modo de introducción para dar paso a un tema potente, cañero, con unas guitarras afiladas y muy contundentes y una base rítmica repleta de potencia. A nivel vocal vamos a ver de nuevo un muy buen trabajo, pero si hay algo de este corte que destaca por encima de todo es el estribillo, que es pegadizo y que muestra una variedad de sonidos en esos pocos segundos que es más que destacable.
“Way Back Home” nos va a ofrecer una versión, al menos en las voces, más grave que en cualquiera de las canciones anteriores, al menos durante las primeras estrofas, ya que prácticamente se podría decir que la voz está en un tono tan bajo que casi parezcan susurros. El tema de nuevo tiene una pegada enorme, con unas guitarras que en este caso me han parecido excepcionales, con un solo sensacional, en un tema que me ha parecido muy llamativo por esos recursos empleados de otra forma, habiendo momentos donde no hay guitarra y podemos escuchar también, de la forma más nítida que se puede apreciar en el álbum, un bajo tremendamente cañero.
La siguiente parada es “We Still Stand Tall”, una canción que recupera ese ritmo algo más acelerado y desata un verdadero vendaval con la potencia que muestra, un huracán sonoro que deja un tema bastante interesante, en esa vertiente de fuerza y garra ya conocida de Serious Black, con un resultado muy bueno, siendo casi puro heavy metal.
Encaramos la recta final con “Come Home”, un tema que se inicia de forma pausada, un ritmo lento (el más lento del disco sin duda), con una más que clara vertiente melódica y con una voz que nos deja ver de nuevo una calidad y unos recursos muy interesantes. Las guitarras también hacen gala de un buen abanico de recursos para aportar en una canción que se desmarca por completo de todo lo anterior, sin tener esa potencia tan marcada que hemos ido viendo a lo largo del disco para apostar por una canción totalmente melódica y con un resultado sensacional.
Cierra el disco el tema que le da título, “Suite 226”, un tema que se inicia con cierto toque oriental y que desemboca en un corte que recupera un poco de esa potencia que dejaron de lado en el corte anterior pero sin ser tampoco un huracán. De nuevo vuelven a tirar de recursos sonoros para hacer un tema por momentos asimétrico con la batería, lo que le da ese toque interesante. Tiene un estribillo de esos que se pegan en la cabeza y te tiras un rato tarareando sin darte cuenta. Un cierre a la altura de un disco que es, sencillamente, excepcional.
En definitiva, al saber que Serious Black sacaban disco se esperaba un buen disco, y si de algo estoy seguro es de que este disco no defraudará a sus seguidores, pues tiene todos los ingredientes que siempre ha tenido su música, y sigue teniendo ese toque único que esta banda consigue imprimir en todas sus composiciones. Un gran trabajo por parte de unos músicos más que experimentados, que siguen en una forma envidiable y que siguen mostrando unas ganas descomunales de comerse el mundo, todo lo necesario para hacer discos tan intensos y sobresalientes como este “Suite 226”.
Joseph Draven