Artista: Pacho Brea
Álbum: Transformación
Sello: Demons Records
Fecha: 5 de diciembre de 2019
Nota: 9/10
Pacho Brea, un nombre que nos trae a la cabeza de inmediato a una pedazo de banda como Ankhara y un disco tan espectacular como fue “Sinergia”, pero Pacho Brea es mucho más que el cantante de Ankhara, es un artista con una dilatada trayectoria que se encuentra plenamente consolidada en solitario, con cuatro discos editados en el mercado, el último de ellos en el año 2017. En este año 2020 el cantante vuelve con un disco en solitario, un álbum que está sobradamente a la altura de lo que se espera de un músico del calibre de Pacho Brea, y que lleva por título “Transformación”, y donde una de las principales novedades es la incorporación para todas las guitarras del disco de José Rubio.
Arranca el álbum con “Corazón Helado”, un corte potente, con mucha fuerza en un trabajo de guitarra espectacular por parte de José Rubio y con una explosión vocal de Pacho Brea sublime, un corte que recuerda irremediablemente a los mejores tiempos de Judas Priest, ya que tiene todo lo que tenían canciones tan míticas como «Painkiller» por citar alguna: una base rítmica contundente, unas guitarras espectaculares, afiladas y cañeras y unas líneas vocales espectaculares, con unos agudos tremendos y con un juego de tonos al llegar al puente y al estribillo que le otorgan al corte ese plus para ser la mejor apertura posible. El cambio de ritmo que hay llegado el momento del solo de guitarra es la guinda del pastel, lo que termina de realzar un trabajo sublime.
Seguimos con “Recuerdo Amargo”, donde bajamos algo las revoluciones para enlazar con un corte algo más melódico pero igualmente exquisito, con un inicio sencillamente maravilloso, con esa guitarra plagada de emoción que me ha parecido realmente maravillosa. Esto nos da paso a un corte donde, como digo, va a primar más la faceta melódica, sin perder fuerza, logrando así un resultado sublime donde nuevamente vamos a ver un trabajo vocal soberbio de Pacho Brea, entonando a las mil maravillas cada nota, y con un estribillo de esos pegadizos, de los que se quedan un rato en la mente sin darte cuenta.
El siguiente tema es “Mi Tierra”, iniciamos este corte con guitarra acústica durante unos segundos, una vez que la batería entra nos vamos de nuevo a la guitarra eléctrica con un solo que, una vez más, es sublime. En la primera estrofa vuelve la guitarra acústica, en un juego de sonidos muy bien enlazado. La entrada de la voz termina de elevar el tema al nivel de espectacular, con una letra llena de melodía y rematada por un trabajo vocal como solo Pacho Brea es capaz de hacer. Una canción que se puede definir con una sola palabra: espectacular, una de las mejores del disco sino la mejor.
Con “Más Que Vivos” retomamos esa senda que da más potencia, más heavy metal en estado puro con esta canción, potencia en la base rítmica y unas guitarras afiladas que son el colchón ideal para que la voz haga verdaderas maravillas. Ojo al estribillo, es sensacional, pegadizo, sublime; un estribillo que roza la categoría de obra maestra, ya que cuanto más lo escuchas más se clava en la mente para permanecer horas. Si esta canción se lleva a un directo estoy seguro que este estribillo será uno de esos que el público cante con tanta fuerza que cree esa comunión única y tan especial entre los músicos y el respetable.
“La Razón del Tiempo” es un corte que arranca cual bofetada en la cara, directo y con mucha fuerza, destilando potencia por doquier en base a una guitarra agresiva y tocada con la maestría que tiene quien empuña las seis cuerdas en este disco. Los agudos en las voces son espectaculares. Una canción que no reserva ni un ápice de garra y fuerza, logrando un resultado plagado de fuerza en otra de esas canciones que es heavy metal en estado puro.
Llegamos a “Olvidemos los Miedos”, que es un tema que baja las revoluciones sin renunciar a la pegada mostrada hasta ahora. Unas guitarras llenas de melodía que dejan unos solos realmente buenos, un trabajo rematado con una base rítmica que aporta ese toque de fuerza y con una línea vocal excepcional, que se junta todo para ofrecer otro estribillo de categoría y seguir dando un nivel muy alto en un disco que, aunque esperaba mucho, me está sorprendiendo muy gratamente.
Turno para la balada de rigor, que lleva por título “Espérame”; esa que no puede faltar en un buen disco de heavy metal. El trabajo vocal de Pacho Brea es de sobresaliente como poco, entonando con un sentimiento que es capaz de transmitir a través del sonido a las mil maravillas, todo ello apoyado por una base rítmica que trabaja a las mil maravillas, unas guitarras acústicas que no dejaremos de escuchar en todo el corte trabajando como guitarra rítmica y una guitarra solista espectacular, un resultado a la altura del disco sin duda alguna.
Y tras ponerse tierno unos minutos lo ideal suele ser volver a repartir cera sin piedad, y lo hacen a la perfección pero curiosamente no con una canción de ritmos frenéticos como cabría esperar, es una sorpresa porque es un corte con gancho y mucha fuerza sin tener que tirar de potencia pura y dura y que lleva por título “Lobo Solitario”, dejando un resultado de que nuevo se aproxima al nivel de obra maestra, sobre todo por las líneas vocales, que son de las mejores del disco, siendo ésta la canción que, personalmente, más me ha gustado de todo el disco junto al cuarto corte.
“Mal Sueño” es un nuevo inicio con unas guitarras exquisitas marca de la casa para dar paso a una canción donde la batería es, simplemente perfecta, un metrónomo inmejorable y que juega levemente y a las mil maravillas con ritmos y sonidos para realzar el resultado final de un corte que, de nuevo, es una maravilla, un disco de un nivel altísimo con un Pacho Brea en un auténtico estado de gracia demostrando que sigue siendo uno de los mejores cantantes del país. Ojo al solo de guitarra, para mi gusto de los mejores del disco sin duda.
Encaramos la recta final del álbum con “Tempestad”, un corte que empieza con uno de los ritmos más lentos durante los primeros instantes para acelerar algo después y dejarnos de nuevo con un tema que desprende potencia por todos los instrumentos y que forman el colchón ideal para un despliegue vocal marca de la casa. Una vez más vamos a tener un estribillo antológico, la explosión de sonido que resulta sublime y que engancha, dejando así un tema fantástico para poner el broche de oro a un disco sublime por parte tanto de Pacho Brea, con un trabajo vocal tiránico, como por parte de los músicos que le acompañan, con un trabajo prácticamente inmejorable, de una calidad altísima.
“Miña Tierra” cierra el disco con un guiño a la tierra del artista, ya que es el corte número 3 pero esta vez cantado en gallego, un bonito homenaje a la tierra del cantante y que suena igual de espectacular.
En conclusión, un gran disco, heavy metal en estado puro y un trabajo vocal sublime que nos dejan un muy buen disco para escuchar una y otra vez, con algunos cortes realmente pegadizos y unos estribillos de esos que resultan adictivos, además de ese magnífico guiño a las tierras gallegas con el corte final, a lo que hay que sumar que la incorporación de José Rubio a la guitarra es un completo acierto, ya que se nota su mano a la hora de tocar las seis cuerdas y la enorme calidad que atesora en sus dedos. Si deciden llevar esto a una gira en directo, sin duda, aquí tienen un buen puñado de canciones que harán disfrutar al público al máximo.
Joseph Draven