
Artista: EVERLUST
Álbum: Diary of Existence
Sello: Worm Hole Death
Fecha: 7 de mayo de 2021
Nota: 8.5/10

Everlust es una banda que surge en Riga, Letonia, que describe su música como melancólica y romántica. Con influencias de bandas tan variadas como Draconian, Paradise Lost, Theatre of Tragedy, Charon, Lacuna Coil o Sentenced, por citar algunas, la formación compuesta por Kate Brown (voz), Vlad Pucens (voz, guitarra solista), Max Reksna (guitarra rítmica), Alex Shangin (batería) y Pavels Savins (bajo), promete un sonido muy interesante y bastante rico en matices, jugando a caballo entre ese rock gótico que dicen hacer y coqueteando por momentos con el doom metal de una forma bastante descarada.
Tras editar una demo en el año 2007, no es hasta el año 2017 en el que la banda edita su disco debut, titulado “Hurts To Live”, con un parón entre medias (entre 2013 y 2014) que sentó bastante bien a la banda, ya que en el año 2015 ganaron diversos premios y en 2016 realizaron una gira por su país. En este año 2021 la banda vuelve con su segundo largo, “Diary of Existence”, y con ganas de demostrar que tienen potencial más que de sobra para comenzar a recorrer Europa, pero, creo que sin sombra de duda, para acabar recorriendo todo el mundo con su propuesta musical.
Arranca el disco con ‘Gemini’, se trata de una especie de introducción, un poco confuso la verdad, porque el sonido es ligeramente tétrico, pero los susurros, las risas y los gritos aportan un toque delirante a esta introducción, donde se añade un buen solo de guitarra, y que nos está dando a entender que nos tenemos que preparar para una auténtica tormenta.
Con ‘Land of Dreams’ nos adentramos en un sonido con tintes de gothic metal, que me ha recordado casi de inmediato a bandas como Sirenia por citar alguna. Voz femenina muy melódica, con una base rítmica contenida, unas guitarras con el toque justo de agresividad y un sonido muy bien trabajado, generando una atmósfera única y dejando una muy buena carta de presentación, especialmente para seguidores de bandas como la citada o bandas como Lacuna Coil, por citar otro ejemplo.
‘Running’ tiene un comienzo con guitarras limpias, recordando un poco a grupos de índole más gótica de los 80, al menos durante los primeros segundos, para dar paso a la distorsión en las guitarras y retomar un sonido similar al del tema anterior, pero con variaciones en la base rítmica que dotan de algo más de fuerza a esta canción, siendo igualmente un muy buen resultado.
El inicio del tema ‘Everlust’ es con unas guitarras muy interesantes, con un juego bien elaborado entre rítmica y solista, para enganchar al oyente prácticamente desde el inicio del tema. La entrada de batería y bajo muestra una potencia clara, siendo el corte hasta el momento que más fuerza va a mostrar. También destacable que es el primer tema donde vamos a escuchar voz masculina, lo que le da un toque diferente y muy interesante, con los coros femeninos, aunque quizá me hubiese gustado poder escuchar ambas voces haciendo los estribillos en conjunto.
‘Writings On The Wall’ (versión del tema de Sam Smith) es un tema que va a arrancar con guitarras limpias a las que se une la voz pasados unos segundos. Va a jugar con la percusión y el bajo, haciendo ligeras variaciones en el sonido pero que consiguen generar un tema muy completo, que llegado al ecuador más o menos se convierte en una auténtica explosión sonora con la entrada de la distorsión en las guitarras, y mostrando que la banda ha trabajado a conciencia en estas composiciones.
Con aire de doom, pero siendo fieles a ese sonido gótico que les caracteriza, llegamos a este corte, ‘Despair’, con un ritmo lento, pesado, muy propio de los grandes clásicos del género citado, un tema que tiene un aire melancólico muy evidente y que tiene un solo de guitarra sensacional, mostrando otro gran trabajo y además que saben usar muy bien los recursos disponibles, ya que, aunque anteriormente ha habido un tema con ritmo similar, no sonaba de la misma manera, o al menos a mí no me lo ha parecido.
Sin duda alguna, visto el sonido del tema anterior, este corte, ‘Alone’, es el perfecto contraste para reforzar la tesis indicada antes, manteniendo ese aire melancólico (muy adecuado teniendo en cuenta el título del tema), este tema va a sonar con ese aire más gótico que ha mostrado el grupo en el álbum, lo que nos pone de manifiesto esas dos vertientes de su sonido, y además resuelto con una calidad que, creo, queda fuera de toda duda. El trabajo vocal es sensacional.
En ‘Entwined’, que cuenta con la colaboración de Matias Juselius, nos volvemos a ir a esos ritmos más lentos, más cercanos a géneros como el doom metal, pero donde de nuevo vamos a tener un trabajo vocal sensacional por parte de la cantante, teniendo alguna parte hablada en lugar de cantante que le da un plus a la canción. Las guitarras hacen un muy buen trabajo y la percusión es, sencillamente, exquisita, un trabajo que se degusta de maravilla, y que por instantes me ha traído a la mente el sonido de bandas como Swallow the Sun.
‘I Never Was’ va a seguir la estela del corte anterior, con un ritmo muy pausado, lento, combinando guitarras limpias y distorsionadas, con una base rítmica que se relaja bastante y entra en los momentos adecuados desatando su furia, logrando así un resultado muy bien trabajado, y que sigue consiguiendo dar un toque diferente a lo que realiza la formación, logrando de paso que no decaiga el interés por el álbum.
Encaramos la recta final con ‘Destroyer’, uno de los cortes más breves del disco, un tema que se vuelve a una variante más próxima al gothic metal, entrando desde el primer momento con fuerza, con una guitarra limpia y otra con distorsión y con un ritmo más acelerado que los últimos cortes, logrando un sonido interesante y que, de nuevo, nos pone en contraposición esas dos vertientes tan diferenciadas, pero tan bien logradas por la formación en cuanto al sonido que logran sacar para cada canción.
Cierra el álbum la canción más corta de todo el disco, ‘8’, de poco más de dos minutos de duración. Una outro que va muy acorde al disco, cerrando con ese sonido con cierto aire melancólico que hemos visto en algunos pasajes del disco logrado con un teclado muy bien trabajado y el punto extra que le dan las líneas vocales que incluye el tema, y que pone un broche de oro inmejorable a un disco realmente sensacional.
En definitiva, este segundo disco de los letones muestra esa faceta gótica que tanto les caracteriza y muestra también que saben jugar con su sonido a las mil maravillas, aproximándose por momentos a un sonido que, en teoría, no es lo que practican, pero mostrando que saben cómo hacerlo sin perder su esencia. Un grupo que quizá apenas se le conozca por nuestra geografía, pero que muestran una propuesta interesante, que me ha cautivado desde la primera escucha, y que sin duda saben cómo defender a la perfección, un trabajo realmente soberbio.
Joseph Draven