Artista: Dunkelmind
Álbum: Vlad, the Trilogy
Sello: Autoeditado
Fecha: 15 de enero de 2021
Nota: 9/10
Dunkelmind es de esas bandas que no hacen mucho ruido a nivel mediático y sin embargo cada vez que editan un disco es una verdadera maravilla en todos los sentidos.
Formados en el año 2011 la banda contó desde sus inicios con Edu Vázquez a la voz, Ali M. Rivero al teclado y Javi P. Wände a la batería. Tras un breve periodo en el que contaron con José García a la guitarra este tuvo que abandonar la banda, entrando en 2012 Andrés LG a la guitarra, y en el año 2013 se completa la formación con Alberto Pinto al bajo, es en este año cuando la banda edita su primer álbum, “Memory”. En el año 2016 Alberto Pinto abandona la banda y entra Raúl Villameytide al bajo, lanzando en 2018 “Memory II”. En 2019 Andrés LG deja la formación, entrando en su lugar Abraham Vadillo a la guitarra, cogiendo así mayor riqueza en los ya de por sí amplios matices de la formación.
Regresan en este 2021 con un nuevo disco, titulado “Vlad, the Trilogy”, un disco donde la banda habla del mito de Vlad Tepes, el archiconocido Conde Drácula, una de las figuras más conocidas de la literatura y el cine. La trilogía del álbum la componen la faceta del Conde como guerrero (cortes 1 y 2, ‘Dragon’s Roar’ y ‘The Shadow of the Dragon’), el pacto que llevó a cabo con las fuerzas del mal (cortes 3 y 4, ‘What is a Monster’ y ‘The Pact’) y la faceta como inmortal (cortes 5 y 6, ‘Blood is the Life’ y ‘The Immortal’).
‘Dragon’s Roar’ es una breve introducción a esta primera parte del álbum, la parte del guerrero, que prosigue con una canción totalmente espectacular como es ‘The Shadow of the Dragon’. Un tema que desde el principio deja clara una cosa, y es que la potencia que derrocha la formación en este álbum es descomunal. Un tema con una melodía muy rica en matices y que merece la pena escuchar detenidamente para poder degustarla a fondo, con un juego de percusión realmente potente, acompañado de un bajo excepcional y unas guitarras contundentes, que aportan ese extra de fuerza a la canción y que sirven para que el despliegue tanto en los teclados como en las voces rematen una construcción majestuosa, admirable y, sobre todo, trabajada y cuidada hasta el detalle más pequeño posible. El trabajo que desempeñan los cinco músicos es realmente espectacular, con un juego de ritmo sublime y un despliegue vocal por parte de Edu que confirma algo que, las dos veces que he podido disfrutar de esta banda he sacado en claro, y es que tiene un chorro de voz excepcional. Así mismo, el solo de guitarra que hay en este tema deja claro el enorme acierto en la incorporación de Abraham Vadillo, que en este álbum se destaca como un guitarrista tremendamente habilidoso y con una calidad que queda fuera de toda duda, así como el resto de los músicos, ya que el trabajo en la base rítmica y en los teclados es, como al menos yo esperaba de una banda como Dunkelmind, una verdadera delicia para los oídos.
La segunda parte de este disco, la que nos habla sobre el pacto que realizó Vlad Tepes con las fuerzas del mal, arranca con ‘What is a Monster’, un tema breve que sirve de interludio para dar paso a ‘The Pact’, un corte que arranca con el teclado haciendo una melodía exquisita a la que se unen a los pocos segundos guitarra, bajo y batería, comenzando así esa dosis de potencia que la banda tan bien maneja en un tema donde una de las cosas que más me han llamado la atención es la línea de la percusión y su manejo de los tempos, así como el bajo, teniendo una línea formidable, trabajo que es rematado de forma inmejorable con un combo de voces en el estribillo que eleva este tema a un nivel superlativo, demostrando de nuevo la enorme calidad de todo lo que estos músicos tocan. De nuevo volvemos a tener un solo de categoría superior y el juego que hace con el teclado justo al finalizar el solo es una muestra más de esa enorme cantidad de matices que tiene este EP, sin duda uno de los puntos más fuertes de Dunkelmind.
La última parte de este disco, la del inmortal, arranca con otro interludio, ‘Blood is the Life’, que da paso a otro tema realmente sublime como ‘The Immortal’, una canción que desde su inicio es una declaración de intenciones, rebosando fuerza y melodía, un tema tremendamente potente, con la batería más cañera de todo el EP seguramente, pero sin que ello vaya en detrimento de esas melodías tan espectaculares que la formación ha mostrado en este breve álbum, y manteniendo ese despliegue vocal tan excepcional que hemos ido viendo, así como ese juego de bajo y batería tan potente y esas guitarras tan espectaculares. Cerrando el disco con una buena dosis de Dunkelmind en estado puro, y con una canción que me ha parecido que roza la perfección, siendo la que más me ha gustado del EP y, creo, que se puede catalogar de obra maestra sin duda alguna.
En el último corte del álbum, ‘Vlad the Trilogy Legend Version’ la banda junta en un solo tema los 6 cortes anteriores, para que puedan ser degustados sin ninguna pausa entre ellos, pudiendo así disfrutar más en profundidad de la enorme cantidad de matices que tiene este álbum.
Un EP, lo que se traduce en un disco breve, demasiado breve incluso diría yo, ya que la enorme calidad mostrada por la formación en estos temas, la intensidad que posee, la cantidad de matices de los que hace gala cada segundo de música que vamos a poder degustar en este “Vlad, the Trilogy”, hace que el oyente no sólo se quede con ganas de más, sino de muchísimo más. Un disco que tiene un abanico de influencias enorme y que es capaz de extraer lo mejor de cada una de estas influencias para dotarlo de un sonido único, diferente, fresco y espectacular, un álbum que merece la pena escuchar varias veces detenidamente y que muestra una cosa que defiendo bastante, y es que hay bandas que apenas “hacen ruido” a nivel mediático, y sin embargo tienen una calidad capaz de hacer verdaderas obras maestras como en este caso, donde Dunkelmind muestran de lo que son capaces de hacer, y la verdad es que es una verdadera maravilla poder contar con bandas así en la escena nacional.
Joseph Draven