Artista: Eden
Álbum: El Despertar de los Sueños
Sello: Duque Producciones
Fecha: 5 de abril de 2019
Nota: 8/10
Javier Díaz, que en su momento estuvo relacionado con los asturianos Warcry, puso en marcha en el año 2002 una banda llamada Eden, para la que contó con otro ex Warcry como Rafael Yugueros a la batería. Tras cuatro discos, en el año 2014 la banda realiza un parón indefinido tras un largo camino recorrido y haber compartido cartel con bandas como Freedom Call. En el año 2016 Javier Díaz decide que es hora de resucitar a esta banda y para ello recluta nuevos miembros, siendo la formación actual Gaspar Braña a la voz, Javier Díaz a la guitarra, Eneko Ramos a la guitarra, Juanjo Díaz al bajo y Adrián Menéndez a la batería. Tras un largo proceso de composición y grabación, la banda por fin presenta al mundo su quinto trabajo discográfico, “El Despertar de los Sueños”.
Nos vamos a encontrar con un disco que rescata lo mejor del heavy metal de toda la vida, dando ese toque personal que convierte el sonido en algo fácilmente reconocible. Empezando con unos segundos a modo de introducción, “Vuelve” nos mete rápidamente en faena, notándose sobre todo en las guitarras ese sonido tan particular que suele lograr la formación asturiana en sus canciones. La voz además le da un plus de potencia a su música, con un timbre bastante particular logra ese plus a base de jugar con los agudos como si fuese coser y cantar.
Y este sonido que hemos visto en el corte anterior van a mostrar que es fruto de un meticuloso trabajo con la canción titulada “Destierro en el Tiempo”, ya que sigue un ritmo muy similar al tema anterior y nuevamente tiene un sonido muy característico en las guitarras (sobre todo en las solistas), destacar además el juego con la percusión, como mete dobles bombos en momentos muy puntuales y luego realiza un juego de pies muy bien trabajado para dotar de ese plus de fuerza al corte.
Con “Perdido Estoy” siguen esa estela, iniciando con un solo de guitarra excelente para dar paso a un corte donde la voz nos va a sorprender realizando la primera estrofa en una entonación más grave que en los casos anteriores. No renuncia a los agudos en momentos muy puntuales de la canción, logrando así dar una nueva variante en el sonido de los asturianos, demostrando tener un buen abanico de recursos que saben explotar a las mil maravillas.
De nuevo vamos a tener una variante, en este caso en el sonido de guitarras, sonando algo más pesado que en las canciones anteriores en “Sangre de Metal”, una canción que a todas luces suena a uno de esos cortes que se acaba convirtiendo en himno de una formación, puesto que tiene todos los ingredientes para serlo, un corte fácil de seguir, un solo de guitarra en el estribillo excelente junto a una línea vocal fácil de seguir, sonidos pegadizos… En definitiva, todo lo necesario para que sea una de esas canciones que se recuerden y que sean de las más pedidas en los directos.
Tenemos hueco incluso para esos cortes que en su inicio parece que van a ir por un camino y luego hacen algo totalmente diferente., que en este caso se titula “No Puedo Sentir”. Con un inicio con teclado y muy relajado da paso a un solo de guitarra interesante, y a partir de aquí entra la artillería pesada, con unos segundos de doble bombo y un alarido de los que nos recuerdan al heavy metal de siempre. A partir de aquí nos encontramos con una canción interesante, jugando con los ritmos a las mil maravillas y con unos coros que están muy bien encajados (aunque sólo salgan en una palabra de cada frase del estribillo), dotando de ese plus de calidad que diferencia un buen tema sin más de una gran canción.
“Traición” se inicia con fuerza pero durante los primeros segundos con un ritmo de percusión más lento y pesado que lo visto hasta el momento. Tras estos breves segundos el ritmo acelera pero, con este acelerón incluido, sigue siendo quizá el tema con el ritmo más lento de todo el disco, un compás bastante sencillo de seguir y un juego sonoro muy interesante, que llega a su máxima expresión con la entrada de los coros para demostrar un nuevo recurso, logrando así mantener un nivel elevado a la par que un disco interesante, atractivo y que, por ahora, no suena repetitivo en ningún momento.
Para la siguiente canción, “Desde el Aire”, la formación asturiana ha contado con una colaboración de lujo como es Isra Ramos (Amadeüs, Avalanch All Star), un corte que explora de nuevo un sonido diferente, con un punto más de agresividad en las guitarras y con una percusión que coge mucha más presencia que en canciones anteriores, pero si hay un instrumento que va a destacar es el bajo, siendo quizá el primer tema donde la línea de este instrumento se va a poder apreciar con nitidez absoluta. Hablar de que la colaboración de Isra Ramos ofrece un juego de voces que resulta exquisito es redundar en las cualidades del vocalista de Avalanch, que ha demostrado en multitud de ocasiones (ya sea en Avalanch, en Alqvimia o en Amadeüs) que nos encontramos ante uno de los mejores cantantes que tenemos a día de hoy en nuestro rock; la mejor canción del álbum sin duda alguna, la más completa, con un sonido espectacular en todos los sentidos.
Encaramos la recta final del álbum con “Corazón”, con un inicio muy melódico que da paso a un compás de esos sencillos de seguir y un riff de guitarra majestuoso, acompañado de una base rítmica que plasma potencia sin excederse y con unos cambios de ritmo bastante marcados y contundentes, forman una canción que sigue destilando calidad y duro trabajo por cada segundo, logrando de nuevo un gran resultado final.
“Errores del Ayer”, un corte repleto de fuerza desde el primer segundo de reproducción, con unas guitarras afiladas, potentes, agresivas, y una base rítmica que juega a las mil maravillas con los dobles bombos en los momentos adecuados para darle ese plus de fuerza a la canción. A todo ello se une una entonación magistral de cada nota por parte del cantante, para dejar grabado otro corte que se acabará convirtiendo en un clásico de la formación asturiana, un gran trabajo sin duda alguna que tiene su máximo apogeo en un estribillo explosivo.
Cierra el disco “Ángel Negro 2.0”, una canción que cierra el disco con una buena dosis de potencia, y con un corte que de nuevo vuelve a sacar ese abanico de recursos que hemos citado varias veces a lo largo de esta crítica, con un sonido de bajo excelente y repleto de potencia, jugando de nuevo en las líneas vocales con los graves y los agudos y con esos cambios de sonido tan repentinos como bien cuadrados para elevar a la máxima expresión la enorme calidad que encierra esta canción. «Ángel Negro«, sin el 2.0, apareció en su álbum de 2012, «Quattro«.
Un disco muy trabajado y muy mimado por parte de Eden, que arroja un resultado excelente, logrando un retorno por todo lo alto de una formación que había generado unas expectativas bastante altas desde el mismo momento en que anunció que estaba de nuevo en el estudio de grabación y que, a juzgar por el disco, las cumplen sobradamente, pues nos vamos a encontrar con un verdadero cañón, un trabajo descomunal que se merece un par de escuchas prestándole toda nuestra atención y que no habrá que perder de vista, puesto que viene para confirmar a Eden como lo que siempre han demostrado ser, una banda con potencial más que sobrado para colarse en ese elenco de las bandas más representativas de nuestro heavy metal.
Joseph Draven