Banda: DREAM THEATER
Álbum: Parasomnia
Lanzamiento: 7 de Febrero de 2025
Sello: Inside Out
Nota: 9’5/10
Después de “A View from the Top of the World” de 2021, y después de la vuelta de Mike Portnoy a la banda (2023) tras la salida de Mike Mangini de las baterías, se pone a la venta el próximo 7 de septiembre “Parasomnia”, el decimosexto álbum de estudio de los norteamericanos DREAM THEATER.
La clave de que este álbum, guste más o menos, es la vuelta a esas composiciones de antaño, donde sin desmerecer a Mangini, el regreso de Portnoy se nota muy y mucho, ya que la banda nos traslada a esos sonidos que dejaron de lado a comienzos de los 2000. Si tengo que dar una opinión sincera, este “Parasomnia” es un álbum que continua en el tiempo desde aquel “Black Clouds & Silver Linings”, ultimo trabajo de Portnoy con la banda. Es decir, la sensación que me ha transmitido es como si no hubieran pasado 16 años y la banda hubiera hecho un pequeño parón y ahora, lo continuaran.
Como dato importante, este álbum esta producido por John Petrucci, y asombrosamente, Portnoy no ha influenciado en el la producción final, aunque una vez escuchado, queda claro que el primero (Petrucci) ha respetado mucho las ideas del segundo (Portnoy), ya que se asemeja muchísimo más a las producciones que ambos realizaban antaño que a las más recientes de la banda. Cabe destacar la mezcla y masterización a cargo del reputado Andy Sneap (Sabbat o actual guitarrista de Judas Priest) ingeniero de sonido de bandas como, Exodus, Testament, Arch Enemy, Machine Head o Slayer entre muchísimos otros.
Dicho esto, el disco lo abren con, “In The Arms Of Morpheus”, que no es otra cosa que una intro de más de 5 minutos donde aparece una mezcla de riffs de todos los temas del álbum. Hablamos de un repaso en forma de melodías, teclados, y guitarras que se irán sucediendo posteriormente en los temas del álbum. Un tema instrumental que nos adentra en “Parasomnia” de manera perfecta abriéndonos los ojos a lo que nos espera, un álbum que supera con creces a las últimas obras de los norteamericanos.
“Night Terror” fue le primer single. Un corte muy clásico que se ha adaptado perfectamente a la vuelta de la banda. Con un estribillo magnifico, aunque no es el más poderoso de este lanzamiento.
Seguimos con “A Broken Man”, para mi, el mejor tema del álbum junto al corte final. Locura por todos lados, cambios de ritmos por doquier y unas estructuras al más puro estilo paranoia de Dream Theater. Buenas voces de Labrie y baterías de Portnoy fieles a su sonido. El tema nos habla de las pesadillas, voces y trastornos que los veteranos de guerra sufren después de abandonar la batalla.
“Dead Asleep” es el segundo tema más largo del álbum con algo más de 11 minutos, donde las melodías vuelven a ser protagonistas en un corte poderoso, tanto musicalmente como letristicamente, donde nos habla, de nuevo, de las tragedias surgidas por trastornos del sueño. Tema aparte para Jordan Rudes, quien borda sus partes aquí, y en todo el recorrido del álbum.
“Midnight Messiah”, tercer single del álbum y quizá, el menos atractivo de todo el disco. Un tema “flojito” si lo comparamos con sus compañeros que se aleja un poco de las estructuras clásicas de Dream Theater.
“Are We Dreaming” es un tema instrumental. Una especie de interludio con algún susurro en su interior que deja paso a “Bend The Clock”, la balada del álbum que demuestra su calidez y su buen hacer. Siguiendo las letras de insomnios, pesadillas etc, el tema puede que sea una de las mejores canciones lentas de la historia de la banda gracias a un estribillo pegadizo y, por que no decirlo, memorable.
DREAM THEATER cierra el álbum con el tema de mas minutaje de nombre, “The Shadow Man Incident”, una pieza moderna a la vez que clásica en el sonido de la banda, donde nos llevará a partes descontroladas de instrumentalización alucinantes, mezclando en su mitad del recorrido sonidos jazzeros, pianos y riffs extra-locos. A pesar de tener más de 19 minutos de duración, en ningún momento se nos hace pesada.
El combo clásico, Portnoy, Petrucci, Myung, Rudess y LaBrie, lo han vuelto a hacer. Sin duda, un disco lleno de calidad, cambios al mas puro estilo antaño de Dream Theater y, para un servidor, lo mejor de la banda desde aquellos años de principios de siglo.
Miguel Egun