Fiestas patronales de Fuenlabrada
Campos de fútbol de La Aldehuela
14 de septiembre de 2019
Si hay una ciudad en el sur de Madrid que apuesta firmemente por el rock y el metal, esa es Fuenlabrada, un referente en la periferia de la capital, además de por ser la ciudad de una de las voces más famosas que tenemos en nuestra geografía (Leo Jiménez) y, también, por montar eventos como el de esta noche, un mini festival de metal con cuatro ilustres nombres de nuestro rock que prometían ofrecernos una noche inolvidable.
Si bien es cierto que tuvimos incertidumbre hasta el último momento, pues la DANA que azotaba la costa levantina nos mandó a la capital lluvia y la previsión meteorológica indicaba la presencia de tormentas durante todo el sábado, finalmente parece que los fenómenos atmosféricos decidieron respetar el evento, si bien es cierto que al tratarse de un campo de tierra aquello era un auténtico barrizal, que por otra parte, no impidió que se disfrutara la noche por todo lo alto.
Los encargados de abrir la velada eran los chicos de Uróboros, con un José Andrëa que sigue en estado de gracia, y lo demostró con creces en este show. También con la novedad de Manu, sustituto de José Rubio en la banda, la formación tuvo que soportar la lluvia que azotaba la cuidad al inicio del evento.
Comenzaron, como no podía ser de otra manera, con el cañón que abre su último trabajo “Bienvenidos al Medievo”, ese corte tan directo como es “Matar al Rey”, y que rápidamente levantó al respetable concentrado en los campos de fútbol de La Aldehuela, en torno a unas mil personas que desafiaron al frío y a la lluvia. Calcaron el inicio de su disco tocando “Una Fábula de Mí y Yo” y “Allá Donde Estés Tú”, canciones que son una verdadera maravilla.
Con un set-list algo más reducido en relación a los dos conciertos previos que les he podido ver este año, tuvieron que quitar varias canciones de su set (como por ejemplo, “La Mujer Lobo”) para ajustarse al tiempo que disponían esa noche, pero eso no impidió que la formación deleitase al público con canciones tan míticas como “El que Quiera Entender que Entienda” o un medley de Mägo de Oz compuesto por “Réquiem”, “Jesús de Chamberí” y “Astaroth”.
Si algo nos quedó claro en esta noche es el pedazo de guitarrista que es Juan “Chino” Flores, algo que ya se sabía pero que quedó aún más patente en esta noche, con unos solos realmente magistrales y donde su expresión corporal nos dejaban claro que estaba disfrutando, tanto él como el resto de la banda, de una noche que comenzaron a teñir de memorable.
El cierre, con dos canciones magníficas como,“Para que Nunca Amanezca” y “Bienvenidos al Medievo” hicieron las delicias de un público que les dedicó una sonora ovación al terminar su concierto, una muestra más del crecimiento tan grande que están experimentando con este tercer disco y que, estoy seguro, es el punto de inflexión en la trayectoria de Uróboros que les pondrá definitivamente en la primera línea de nuestro rock.
El fuenlabreño Leo Jiménez fue el siguiente en pasar por las tablas del escenario, toda vez que la lluvia nos había dado una tregua que a la postre sería definitiva. Comenzaron con un tema de su último trabajo, “Mesías”, que está repleto de potencia como es “La Era de la Individualidad”, un comienzo con carácter, fuerza y gancho, pero que nos dejó la voz algo tapada, algo que se solucionó con el paso de los minutos, dejándonos a todos disfrutar del chorro de voz de Leo en todo su esplendor.
Si hay un músico excepcional en esta formación, aparte del propio Leo, ese es Carlos Expósito, ese genial batería que le pongan lo que le pongan por delante lo borda, y que estuvo en su salsa durante todo el show, dando una master class de cómo tocar la batería como los mejores a nivel mundial y que parezca fácil, acompañado en todo momento por la pegada firme de Edu al bajo. También destacó a Antonio Pino, con unos solos antológicos.
Sin duda el set que había elegido la banda no tenía piedad ninguna, mostrando que estaban dispuestos a repartir caña por doquier, siendo prueba de esto cortes tan bestias como “Misantropía” o “Hambre”, dos auténticas bolas de cañón disparadas con toda la potencia que tiene la banda en su haber.
Colaboraciones también tuvieron, Korpa de Fuck Division haciendo guturales en “Ballena Negra”, y disfrutando también de los guturales de Tony Mero Mero (Cuernos de Chivo, Vita Imana). Pero el punto álgido del concierto fue “No Hay Más Canciones Para Ti”, ya que en este corte tuvimos a ambos vocalistas en el escenario a la vez, siendo la mayor ovación que arrancó la formación en todo el concierto con diferencia, y donde más vi disfrutar al respetable allí concentrado.
Encararon la recta final de su concierto con canciones que, sin perder ese derroche de fuerza, también dejan ver esa faceta que tiene un toque más melódico, rematando esto con “Volar”, una canción que me sigue pareciendo una animalada con ese final en el que Leo Jiménez se desgañita por completo con esos alaridos finales, dejando así un gran concierto en esta noche y el ambiente más que caldeado para que la fiesta siguiese.
Los gaditanos eran los siguientes en pisar el escenario, y si algo tuvo su actuación fue luz y color, ya que se llenó por completo el escenario de luz y de un folk metal elegante y excepcional, en esta noche desde luego quienes no conociesen a la banda gaditana los conocieron y seguramente se aficionaron a la música que nos ofrecieron, como decía, un folk muy elegante y muy bien desarrollado, un auténtico gustazo verlo en directo.
Comenzaron su show, tras su clásica introducción (“Numen”) con “La Posada del Poney Pisador”, una canción con la que se metieron al público en el bolsillo en pocos minutos con un desparpajo natural e innato a la zona geográfica de la que proceden; sí, puede sonar a cliché y evidentemente no todos los andaluces van a ser así, pero sí que es un rasgo más común y natural en el sur de nuestro país.
Siguieron montando un fiestón en toda regla con “La Leyenda de Gambrinus”, donde ya la gente se desató por completo y dejó que el círculo juglar invadiese Fuenlabrada, elevando el nivel de la fiesta a inolvidable.
No faltaron esos elementos adicionales que elevaban cada vez más la calidad del espectáculo que estábamos viendo, como zancudos cuando tocaron “El Saltimbanqui”, malabaristas con fuego en “Noche de Halloween”… En definitiva, todo lo necesario para ambientar perfectamente las canciones aunque, tal y como nos dijeron, el presupuesto no les diese para pirotecnia.
Si hay una canción en particular que me fascinó del set-list que nos regalaron fue “La Batalla con los Cueros de Vino”, un tema maravilloso y que resolvieron con una calidad magistral, a la altura de lo que la banda es capaz de ofrecer sin duda alguna.
Desgranaron un set muy completo, y que como ya hemos dicho en estos párrafos, y además lleva por título una de las canciones que tocaron, fue una auténtica “Fiesta”, una fiesta con todas las de la ley y en la que todos disfrutaron como enanos; sin duda alguna la forma de ser, sobre todo de José Gallardo, su bajista, que no paró quieto ni un segundo y de su cantante, Miguel Ángel Franco, que hicieron las delicias del público.
No faltaron canciones míticas como “El Carnaval del Diablo”, otra que arrancó una sonora ovación, o la maravillosa “Cambia el Mundo”, una muestra de unas líricas llenas de optimismo y de mensajes positivos, de esos que son capaces de levantar el ánimo en los días complicados.
“El Círculo Juglar” nos metió de lleno en la recta final del evento, donde pudimos disfrutar de otro corte tan mítico como “La Taberna”, cerrando por todo lo alto un concierto realmente espectacular, tanto por puesta en escena como por sonido y calidad musical de la banda, sin duda una de esas que no tienen todo el reconocimiento que realmente merecen y que demostraron con una claridad incuestionable en esta fría noche en Fuenlabrada.
Venían de tocar en México unos días antes y eran los encargados de cerrar una noche mágica, y lo hicieron como sólo ellos saben hacer, con una descarga típica de los asturianos. Arrancaron con la fuerza de “Luz del Norte” y desde este punto nos regalaron un set-list que era bastante parecido al que tocaron allá por el mes de enero en La Riviera.
La banda se sigue mostrando en un estado de forma excepcional, y dieron buena prueba de ello tema a tema, dejando canciones como “Alma de Conquistador” o “Cobarde”, que hicieron las delicias del público. Desde luego los que aún aguantaban allí estaba claro que tenían la intención de disfrutar al máximo de la descarga de la banda asturiana, y no defraudaron en absoluto.
Algunos de los puntos álgidos del evento tuvieron lugar con canciones que son ya míticas y que no pueden faltar en los set-list de WarCry como son “Huelo el Miedo” y “Devorando el Corazón”, dos temas con mucha pegada y que saben encajar en el momento justo para evitar que la fiesta decaiga, aunque sea un solo segundo.
“Capitán Lawrence” o “Tú Mismo” también son canciones de esas que ya son fijas en las listas y que, por supuesto, sonaron en este directo, en el que el broche de oro lo pusieron las dos canciones que son el cierre fijo (a tenor de lo visto en La Riviera y en este show), como son la potente “El Guardián de Troya”, un cañón en toda regla, y “Hoy Gano Yo”, con ese hinchable que hace los cuernos como hizo todo el respetable mientras coreaba a pleno pulmón el estribillo de esta canción.
Un fin de fiesta espectacular, un evento magnífico y que es muy de agradecer que sea gratuito, ya que las bandas que pasaron por el escenario son de primer nivel y no es fácil lograr montar algo así y además hacerlo sin cobrar entrada a los asistentes. La única pega que tuvo no es algo controlable por nadie, ya que fue la lluvia que hizo acto de presencia al inicio del evento, ya que la organización estuvo genial, las bandas estuvieron de 10… En definitiva, un evento sensacional que esperemos que se siga repitiendo muchos años más.
Texto y Fotos: Joseph Draven