Artista: Endernity
Álbum: Disrupted Innocence
Sello: On Fire Records
Fecha: 5 de febrero de 2021
Nota: 8/10
ENDERNITY es una banda que surge en el año 2019 que está formada por músicos experimentados, como Rodrigo Arias (Skunk D.F.) a la guitarra, al que acompañan Manuel Hernández (voz y guitarra), Israel Santas (bajo) y Eric Domínguez (batería).
La formación, que busca hacer un heavy metal claro y directo, edita en este año 2021 su disco debut, “Disrupted Innocence”, tras dar a conocer tres singles en el pasado año 2020. El disco ha sido grabado en The Metal Factory. Y es un debut interesante, ya que, sin buscar grandilocuencias de ningún tipo, la formación ha conseguido un disco de heavy metal en estado puro, que por momentos me ha recordado al heavy metal de la vieja escuela, pero con un aire fresco, una combinación instrumental muy bien trabajada y un cantante sorprendente, con una voz que, debo reconocer, es más grave de lo que esperaba, dejan un debut de lo más interesante.
El disco arranca con ‘Ashes and Dust’, un tema que desde el primer segundo deja clara la propuesta que tiene la banda, como decía antes, un heavy metal claro y directo, contundente, con una base rítmica plagada de potencia y unas guitarras tremendamente agresivas para desplegar un gran trabajo vocal, una voz grave, que suena también bastante agresiva, y esto hace que el tema tome aún más potencia, logrando así una canción plagada de fuerza sin tener que recurrir a ritmos vertiginosos. Una melodía interesante y un estribillo pegadizo completan un corte sorprendente, y una forma sensacional de abrir el álbum, atrapando al oyente antes de llegar al ecuador de este tema.
‘You Won’t Bring Me Down’ es un corte que una de las cosas que más me ha gustado es el solo descomunal de guitarra que tiene en la parte central, siendo una completa maravilla. El tema sigue la estela de lo visto anteriormente, una base potente, sin necesitar para ello un ritmo frenético, apoyada en una percusión y un bajo contundentes, unas guitarras agresivas y un trabajo vocal excelente, con esos cambios de ritmo además que mantienen muy vivo el interés por lo que suena por los altavoces de nuestro sistema de audio, y logrando así otro grandísimo trabajo en esta canción. El cambio que hay en la parte final del tema, donde pasamos a un ritmo bastante más pausado, durante unos segundos con guitarras limpias y bajo, y con otro solo de matrícula de honor es sensacional.
‘Infinite Hell’ es la muestra de que la banda también sabe ponerse el traje de ese heavy de la vieja escuela, rápido, cañero, con baterías frenéticas y guitarras atronadoras, al menos durante los primeros segundos. El corte abrupto que hay para pasar a guitarras limpias cuando entra la voz es sorprendente, y la línea de bajo que tiene el tema es excelente. El trabajo de las guitarras es titánico en este corte, jugando con un abanico de sonidos bastante amplio, así como la percusión, que también realiza un trabajo descomunal para jugar con el ritmo y con la potencia que aporta en cada instante al corte, siendo no ya un metrónomo perfecto, sino el complemento perfecto para esta canción, y lo que le da gran parte del fantástico resultado que tiene, al menos bajo mi punto de vista.
Sigue el álbum con ‘Genocide’, un tema que arranca los primeros segundos con sonido limpio para dar paso a una verdadera tormenta sonora, con un juego de percusión lento y algo pesado por momentos, pero sin que esto tenga connotaciones negativas, ya que el tema realmente lo pide. El bajo está de nuevo soberbio y las guitarras son un verdadero espectáculo auditivo. Los coros están trabajados de una forma exquisita, haciendo así una vorágine de sonidos que forman una simbiosis que roza la perfección, dejando un tema de lo más completo e interesante de escuchar, al que prácticamente no le falta de nada y que es de los mejores del álbum sin duda alguna. El cambio de ritmo que tenemos llegado al final del primer tercio del tema es un punto más a favor del corte, una muestra más de que tiene de todo condensado en algo más de seis minutos de duración, siendo quizá la muestra más clara de la potencia sonora que tiene esta banda.
En el ecuador del disco encontramos el tema que da nombre a la banda, ‘Endernity’, una canción que arranca casi con aires de balada, combinando una guitarra limpia con un solo de guitarra maravilloso y un bajo sutil que dan entrada a la voz que sigue mostrando ese aire rasgado que llevamos viendo en todo el disco, huyendo de las típicas voces agudas y los gritos que se suelen escuchar en el heavy, pero sin que ello le haga perder un solo ápice de potencia. Decía lo de aires de balada porque llegado al segundo minuto del corte entra la percusión y se desata de nuevo una tormenta sonora tremendamente interesante, con un doble bombo que suena muy potente y que sube enteros las revoluciones del corte, hasta desatar otra canción que rebosa fuerza a raudales.
‘Dream That I Can Fly’ es un tema que por el título nos invita a pensar en una balada, y desde luego el inicio parece confirmarlo, ya que arranca con guitarra acústica y con la voz más íntima que hemos escuchado a lo largo del disco, ofreciendo una faceta bastante más melódica. La entrada del bajo y la batería terminan de confirmar que este tema es una balada con esos toques clásicos, pero sin perder ni por un segundo la identidad de la banda, ni mucho menos la calidad mostrada hasta el momento, que además se ve reforzada al entrar las guitarras eléctricas, dotando de fuerza así a un tema excepcional.
‘The Dream Is Over’ me ha recordado ligeramente a algún tema de MetallicA al iniciarse, ya que tiene un aire similar en las guitarras durante los primeros segundos. Tras esta pequeña introducción con ese toque se desata el tema más potente con diferencia de lo visto hasta ahora, con una batería desbocada y un bajo rebosante de fuerza, acompañado de unas guitarras que recuperan muchísima agresividad y una voz potente, en lo que es, creo que sin duda alguna, el tema más heavy de todo el disco, con un ligero toque oscuro que no hace más enriquecer mucho el sonido que logra sacar la banda, un resultado sencillamente espectacular. Ojo a los estribillos, son una verdadera maravilla.
Encaramos la recta final con ‘Stranger’, que arranca con unas guitarras que siguen con esa estela agresiva, pero con un solo excepcional, una percusión que baja unas cuantas revoluciones respecto al tema anterior, incluso con el acelerón que pega pasado el primer minuto del tema, pero que sigue sonando con una potencia desbocada. El cambio que hay al entrar las voces, bajando bastante el ritmo, tomando más protagonismo el bajo y jugando por instantes con las guitarras limpias sigue mostrando el concienzudo trabajo llevado a cabo en cada composición, en un tema donde de nuevo los cambios de sonido en las guitarras y de ritmo en las baterías van a convertirse en uno de los principales puntos fuertes del tema, que sigue sonando como una auténtica apisonadora.
Cierra el disco ‘Victim Of Society’, un tema que hace honor a todo lo visto hasta ahora, jugando con los ritmos a las mil maravillas y con un estribillo tremendamente interesante, rematando así de la mejor manera posible un álbum realmente sorprendente.
Un disco debut para Endernity que no sólo es una declaración de intenciones en toda regla, sino que además nos muestra a una banda que se compenetra a la perfección y que han logrado un resultado que no parece un disco debut, si no el álbum de una banda que lleva ya unos cuantos discos a sus espaldas. Un trabajo muy destacable, que nos muestra una vez más que dentro de nuestras fronteras también se sabe hacer muy buen heavy metal, a la altura de los grandes del género. “Disrupted Innocence” es una bomba de relojería a punto de estallar, y cuando lo haga, seguro, lo va a hacer a lo grande.
Joseph Draven