José Andrëa y Uróboros, ha encontrado, inspirándose en muchos de los clásicos de Hard Rock, el sonido base y brújula que marcará su camino…
Artista: JOSÉ ANDRËA y URÓBOROS
Álbum: La Resurrección
Fecha: Diciembre 2015
Sello: RocKEstatal Records
Nota: 6’5/10
´La Resurrección´ es el título de la nueva obra de José Andrëa y Uróboros, que sucede a su anterior y primera referencia discográfica, simplemente denominada ´Uróboros´. Las diferencias entre ambos son palpables; el primer disco aglutinaba composiciones que tenía José en el cajón desde hacía tiempo en clave de soft rock y blues, con un resultado considerado a nivel general bastante por debajo de lo esperado, por el contrario en ´La Resurrección´, supongo que la entrada de José Rubio (guitarra) tuvo bastante que ver (también la aportación del resto de miembros – Pedro Díaz ´Peri´ (bajo), Sergio Cisneros ´Kiskilla´ (teclados), Juan Flores ´Chino´ (guitarra) y Bernardo Ballester (batería) – ya que en el 1º las canciones ya estaban hechas), se muestra un grupo mucho más compacto, con un sonido deudor del Hard y del rock clásico de los 60, 70 y 80, acompañado de alguna pincelada de Heavy.
Hay que señalar que tanto por este endurecimiento en el sonido, volviendo al Hard clásico y, sobre todo por el hecho de haber superado los graves problemas de salud que padeció el vocalista boliviano , el título cobra especial significado.
Me ha sorprendido José con su manera de cantar en el disco. Teniendo en cuenta de que a estas alturas, no tiene nada que demostrar, se despacha con unos registros altísimos que quizá debería matizar como comentaré más adelante, intercalando con otras partes más suaves en las que sigue mostrándose sobresaliente.
Empieza el disco de manera inmejorable con el tema-título, toda una declaración de principios con un José rabioso en el estribillo; su voz combina agresividad con tesituras suaves y denota que sus agudos, ya no alcanzan la limpieza y pulcritud que lo caracterizaban y coronaron, entre otras muchas cualidades, como mejor voz del momento durante varios años.
´La Mujer Lobo´ es una excelente continuación, una canción rápida y melódica al estilo de Rata Blanca en la que destacan los solos de guitarra (empieza éste muy AC/DC) y teclado, incorporándose al final la flauta de Fernando Ponce de León (ex Mägo de Oz); por su parte José hace una gran labor notándose, eso sí, en la parte final donde el tono sube, que está algo exigido.
´Para que nunca amanezca´ goza de un estribillo inspiradísimo, tanto en melodía como en letra; la entrada de la guitarra al principio del tema y el primer riff me recuerdan totalmente a Scorpions. ´Sobreviviendo´ y su hammond traen al recuerdo inevitablemente a Deep Purple, aunque con mucha presencia de blues, mientras que ´En Mi Barrio Nadie Quiere Dormir´, encontramos un claro guiño al clásico ´Boys Are Back In Town´ de Thin Lizzy.
´La Torre de Cristal´ inicia con un riff duro, similar al de ´The Sentinel´ de los dioses del metal Judas Priest, que da paso a un agudo doblado de José que me retrotrae al de ´Jesús de Chamberí´ de su ex banda; el resto de la canción es un ejercicio de Hard Rock en el que sobresalen José, entonando con rabia el estribillo, y el solo de teclado, muy The Doors.
´Redención Bafda´ muestra de nuevo la faceta más intimista de José en lo que es la balada del disco, subiendo en el estribillo con la presumible intención de darle más intensidad. ´Dímelo´ es un tema muy desenfadado, parecido a alguno contenido en ´Jesús de Chamberí´, como ´El Angel Caído´, con un estupendo solo de guitarra de José Rubio amparado por un colchón de teclados; no puedo resistirme a comentar que en el estribillo se aprecia un extraño efecto que parece una rana croando.
´¡Vive!´ me recuerda absolutamente a los Rainbow más cañeros de la época de Joe Lynn Turner a la voz y en la parte final del solo toma forma también de ´Burn´ de los Purple de David Coverdale y Glenn Hughes, siendo musicalmente una de mis favoritas de todo el disco; por su parte, José se autoinflige un esfuerzo innecesario en muchas partes para llegar a las notas más altas.
Sigue ´La Salida del Averno´, tema más extenso del CD con sus casi 11 minutos de duración; es un compendio de varias de las influencias comentadas anteriormente entremezclándose entre sí y destacando por encima de todas la del ´Hell Bells´ de AC/DC por ser muy maleable al riff principal de la primera parte de la canción. Después va derivando en pasajes y tempos distintos según requiera, rotando entre el Hard, el Heavy y el rock melódico, haciendo de éste el corte más completo del trabajo. Letrísticamente, el propio título de la canción da pistas y es que José lo relata brillantemente, planteándolo como un diálogo con la droga, la lucha que conlleva el conseguir salir de ese mundo y sobre todo, el volver a caer en él.
Termina el disco con ´Amantes en Soledad´, que recupera el rollo gamberro con el bajo de ´Peri´ como protagonista, y con ´Jeckyll y Hyde´, cuyo estribillo no me acaba de convencer.
Como conclusión, diría que Uróboros ha encontrado en este trabajo, inspirándose en muchos de los clásicos del Hard Rock, el sonido base y brújula que marcará el camino de cara a producciones posteriores. Centrándome en José Andrëa, es evidente que los años y los excesos no pasan en balde, pero tenemos la suerte de tener de vuelta su mejor versión posible actual. Lo único que no entiendo es el porqué se autoimpone unos registros tan exigentes siendo consciente de que ahora sufre para alcanzarlos, a veces incluso parece como si se ahogara. En todo caso, en ´La Resurrección´ lo que queda demostrado es que tenemos José para rato.
Nota: 6’5/10
Review realziada por: Rubi Pell