Artista: LETHARGUS
Álbum: Eclectia
Sello: Autoeditado
Fecha: finales del verano de 2021 (fecha por concretar)
Nota: 9.5/10
LETHARGUS es una banda que surge en el año 2018, con músicos venidos de bandas como Phoenix Rising o Third Dim3nsion, y que tras un debut bastante bueno como fue “Origen” (2019), retorna en este 2021 con “Eclectia”, una apuesta clara por un sonido muy definido y ecléctico que enriquece muchísimo esas bases que ya mostró la banda hace dos años. Compuestos actualmente por César Ortiz (voz), Eduardo Cervera (batería), Sergio Martínez (bajo), Elena Alonso (teclados), Juanjo Alcáraz (guitarra) y Miguel Bueno (guitarra), están dispuestos a tirar puertas abajo sin ningún tipo de rubor, y desde luego, los nueve cortes que componen este álbum son una prueba más que clara de esa afirmación.
El disco arranca con ‘Destino Cruel’, una verdadera bomba de relojería donde Lethargus ya despliega todo un arsenal sonoro realmente espectacular, con un toque oscuro, un trabajo instrumental excelente y un trabajo vocal excepcional, que en conjunto forman una carta de presentación arrolladora, mostrando no sólo una evolución considerable desde “Origen” sino que, como nos indicaron en la presentación, la formación tiene más claro el camino que quieren seguir, y eso se refleja a la perfección en su música, ya desde el primer segundo de reproducción del álbum.
‘A Vida o Muerte’ arranca de forma intensa, con guturales muy bien trabajados que dan paso a una breve sección instrumental sublime, donde el teclado de Elena Alonso es, sencillamente, espectacular. La entrada de la voz termina de dotar de fuerza a un tema que se convierte, nuevamente, en una verdadera bomba de relojería a punto de estallar, con una vorágine de sonidos muy bien trabajada, logrando sacar el máximo de cada nota para lograr dejar registrada una verdadera obra maestra, poniendo un listón altísimo en este arranque de “Eclectia”.
‘Quiero Odiarte’ baja las revoluciones respecto al corte anterior, al menos en los primeros compases, sin que ello afecte lo más mínimo a la enorme calidad del sonido que es capaz de extraer la formación. Como indicamos, esto es durante los primeros compases, ya que llegados al medio minuto aproximadamente vuelven a subir las revoluciones para volver a lanzar una bomba atómica en forma de auténtico temazo, con unas guitarras excepcionales (el riff que hay en el primer minuto es breve pero espectacular), la entonación de la voz en este caso, jugando con las tonalidades más graves, muestra ese abanico de recursos que tiene el vocalista de la banda, con unos cambios a los agudos muy bien colocados para mostrar toda su versatilidad.
‘Estrella Fugaz’ enlaza con el tema anterior, arrancando con un solo de bajo (algo que no se ve mucho y que siempre se agradece), para dar paso a las dos primeras líneas de voz y entrada de toda la artillería pesada de la formación, en un ritmo algo más lento que los temas anteriores y donde colabora Angel Belinchón de Dry River, logrando un contraste entre ambas voces realmente espectacular, siguiendo mostrando esa enorme calidad que atesora esta formación y esa apuesta tan decidida por un sonido muy marcado y definido, que sin duda saben explotar a la perfección, y rodeándose además de colaboraciones muy bien elegidas para darle un plus a la composición, porque esta canción es una auténtica maravilla.
Con ‘La Noche Más Oscura’ la banda regresa a esas canciones repletas de fuerza, con una pegada descomunal, un ritmo rápido y una intensidad sonora considerable, logrando un gran resultado sin duda alguna, ya que juegan con los cambios de ritmo a la perfección, con una sección instrumental que funciona con toda la fuerza que atesora y que supone el colchón perfecto para un nuevo despliegue vocal que, el único calificativo que me sale es espectacular.
‘Marioneta de un Dios’ arranca de nuevo con un ritmo lento que nos va a marcar la pauta a seguir durante el corte a nivel de ritmo, poco a poco se van incorporando el resto de instrumentos, incrementando la pegada de la canción de forma progresiva, hasta la entrada de la voz, que entra con una furia casi desbocada. Los estribillos se convierten en una maravilla sonora, mostrando una vez más una calidad incuestionable y que la banda parece haber encontrado ese sonido en el que se sienten cómodos y que saca lo mejor de cada componente para lograr un resultado espectacular.
Un contraste enorme con el tema anterior es ‘Hacía Ningún Lugar’, que arranca con un ritmo más rápido, plagado de potencia y mostrando, una vez más, la gran cantidad de recursos que maneja Lethargus a la hora de componer y crear música. El juego que hacen con el sonido y los ritmos en este tema es una buena muestra de ello, sobre todo por esos pasajes en los que se queda sólo el teclado, dando así un toque diferente y fresco a otra canción que se acaba convirtiendo en una verdadera bomba, manteniendo el nivel tan alto que muestra la formación con este álbum.
‘Más de Mil Años’ es otro tema que arranca con mucha fuerza, con una percusión de lo más interesante, erigiéndose casi como protagonista absoluto de los primeros segundos del tema. Un corte donde la línea de bajo es de las más interesantes de todo el disco, destacando por momentos por encima de las guitarras. El teclado también es un elemento destacado en este corte en algunos pasajes, aportando ese toque sutil pero tan importante sin el cual, el tema perdería bastante. La voz vuelve a estar de matrícula de honor y el solo de guitarra es marca de la casa, un trabajazo en toda regla el que ha hecho la banda con esta canción, manteniendo un nivel altísimo durante todo el álbum, algo que no es nada fácil conseguir, más aún cuando estamos hablando del segundo disco de la formación.
Cierra el álbum ‘Vivir un Sueño’, un tema que entra con toda la fuerza que guardan los músicos, empezando como una explosión sonora sin ningún tipo de piedad, mostrando que la intención es cerrar el disco como empezó, por todo lo alto, mostrando de paso además que se trata de un álbum muy ecléctico (lo que hace que el título esté muy bien elegido, sin duda), ya que vamos a ver una variedad de sonidos y recursos a tener en cuenta, pero habiendo logrado algo que suele ser bastante complicado, que es conseguir que tengan un hilo conductor, ya que aunque unos temas suenen más próximos al power u otros sean más progresivos, todos suenan a Lethargus, y esto es algo que creo que hay que destacar, porque es muestra de un trabajo muy meticuloso por parte de los músicos para lograr este resultado que, como ya he dicho varias veces, es espectacular.
En definitiva, LETHARGUS va a dar un golpe en la mesa con este “Eclectia”, destapándose como presente y futuro de nuestra escena. Un disco con un potencial abrumador y que derrocha calidad en cada segundo de duración, con nueve temas que no decaen ni un solo instante y con una variedad muy a tener en cuenta, son ingredientes para poder decir que nos encontramos, seguramente, ante uno de los mejores discos del metal nacional de este año, o al menos así lo cree quien les escribe estas líneas. Si en “Origen” se encontraban los cimientos de algo muy interesante, con “Eclectia” tenemos el edificio completo ya; la banda ha puesto un listón tremendamente alto, pero si hay algo que puede dejar claro el disco es que de lo único que tienen potencial es de superar este listón, tarea nada fácil.
Joseph Draven