Si sois seguidores de Facebook y tenéis a Oscar Sancho entre vuestros amigos, seguro que sabéis de que hablo. Si no es así, os invito a que os deis una vuelta por su pagina lo primero.
Hace varias semanas, y debido a esta crisis que estamos teniendo, aunque muchos “cuñados” del tres al cuarto se empeñen en ser negacionistas con cualquier cosa que no venga de sus amos políticos, Oscar ha estado trabajando, casi sin quererlo, en un libro que el mismo pidió en sus redes sociales si merecería la pena publicarlo. La respuesta del publico fue rotunda. SI. Un SI como esta maldita pandemia de grande.
Ahora, el propio Oscar nos comenta a través de sus redes que ya esta listo ese libro, y que se publicará el próximo otoño bajo el nombre de “NI POLITICA, NI RELIGIÓN, NI FUTBOL”, y del que desde estas líneas os recomendamos desde ya.
Oscar Sancho lo anunciaba ayer con un comunicado y un extracto del libro, prometiéndonos que hoy, habría un segundo adelanto. Cumpliendo con su palabra, aquí os dejamos ambos post publicados por Oscar entre ayer y hace solo unas horas:
Ya puedo anunciarlo, EL LIBRO QUE HEMOS ESCRITO JUNTOS, SERÁ UNA REALIDAD. Se va a llamar “Ni política, ni religión, ni fútbol”
Nació aquí. Cuando observando la realidad desde el confinamiento hasta ahora, empecé a reflejar mi pensamiento a base de escritos. En un momento dado, alguien sugirió que lo recopilase todo y publicase un libro. Y decidí que eso haría. Desde ese momento, me dediqué a recopilar lo que fui publicando y a muchos de esos textos añadirle nuevos pensamientos, lo que me sugieren ahora pasado un tiempito, las reflexiones que me surgen tras una nueva lectura, en definitiva, he tratado de enriquecer aquellas reflexiones y dotar al libro de detalles inéditos que le den valor.
Quedan dos textos por publicar para que esté rematado, para ser fiel a la filosofía del libro, los publicaré aquí, en mi/vuestro facebook donde nació la idea. Uno ahora, tras estas líneas. El último, el que cierra el libro, mañana.
Tras esto, mi buena amiga y compañera de luchas, Nuria Benito Manjón, una magnífica profesora de lengua, será quien corrija el texto y lo enviaremos a la editorial que ya lo está esperando. Y si todo sigue el curso normal, podéis esperarle a finales de septiembre o primeros de octubre.
Nunca pensé que acabaría escribiendo un libro, pero ya es una realidad. Ahora mi deseo es otro, que este libro no tenga segunda parte. Es mi deseo mas ferviente, ojala se cumpla pero os dejo la promesa de que si las circunstancias nos llevan a que deba ser escrita, juntas y juntos, la haremos. Cuidaos mucho y cuidadnos mucho. Es el camino.
Este es el penúltimo texto, mañana, lo acabamos. Un abrazo.
HE VISTO COSAS QUE NUNCA ANTES CREERÍAIS
El 14 de marzo de 2020 se decretaba en España el estado de alarma por una pandemia mundial. Creo recordar que aun no tenía ni nombre, que nos hablaban de un virus que venía de China y había surgido por comer murciélagos. ¡Hasta nos reímos! ¡Bah!, si Ozzy come murciélagos y no le ha pasado nunca nada. Nos engañan los chinos como a chinos. Esto es una conspiración…
No recuerdo cuando se le puso nombre, pero sí, que es lo único que, a día de hoy, me gusta de todo esto, el nombre. Un republicano convencido como yo, siente cierta satisfacción al oír juntas dos palabras “corona virus”, lo confieso. Y más, cuando se confirman condenas como la de Pablo Hasel por llamar, básicamente, virus a la corona. El 8 de junio de 2020 el Tribunal Supremo confirma la condena a Pablo Hasel . “El rapero fue condenado por publicar en su perfil en redes sociales tuits donde “incorporaba vídeos que incitaban a la violencia y vejaban a la Corona, la Policía y la Guardia Civil” Así decían los titulares y tal cual los he copiado y pegado. Mi método no es muy científico, pero es mi método. Consiste en poner en Google lo que busco y entrar en el primer enlace. Eso será lo que, deduzco yo, la mayoría vea, lo primero que sale. Este titular en concreto es de El Español. He conservado la negrita que ellos ponen. Porque lo hacen intencionadamente. Pablo criticaba a la corona. Pablo criticaba a la policía. Pablo opinaba sobre la guardia civil. Pero en negrita leemos que Pablo incitaba a la violencia. He visto cosas que nunca creeríais, he visto a la gran mayoría de la prensa (decir toda es generalizar y generalizar, nunca es bueno) manipular sin escrúpulos la opinión del pueblo. He visto y vivido el mayor desprestigio de una profesión que nació para hacernos libres con información imparcial y se ha convertido en “juglares de la corte” Nunca me gustaron los juglares. Siempre fui de los goliardos. Investigad la historia de los goliardos y los juglares y me entenderéis… Desde la Edad Media, este país necesitó goliardos pero engrandeció juglares. Así nos va…
En apenas días, el virus empieza a cebarse en Europa, ya no es cosa de países lejanos, ya lo tenemos aquí. Italia nos toma la delantera, pero pronto España está acorralada. El resto de países europeos sufren los envites de la pandemia. Y la vieja Europa queda en evidencia. Europa, la vieja y corrompida por el deseo material, Europa, no tiene en el siglo XXI ningún método para combatir una pandemia que no sea el confinamiento, la cuarentena, el encierro de la población en sus casas. Fijaos, el primer confinamiento del que se tiene noticia oficial fue en Ragusa, actual Dubrovnik, el 27 de julio de 1377.
Tras aquel primer confinamiento de 1377, llegaron más epidemias y pandemias, hasta que el cólera se convirtió en una de las más terribles, como demostró la epidemia que afectó a Europa en 1830 y a Norteamérica dos años más tarde.
Los países involucrados procuraron frenar el contagio, como en los tiempos de la peste, a través de la cuarentena. El remedio no se demostró tan eficaz desde el punto de vista de la sanidad pública, pero sí útil para otros objetivos: limitar los movimientos de los enemigos del gobierno o implantar el proteccionismo económico.
Las consideraciones políticas iban a mezclarse en más de una ocasión con las cuestiones estrictamente sanitarias. En 1883, en Egipto, el cólera mató en apenas tres meses a 50.000 personas. Por aquellos momentos, Gran Bretaña planeaba construir un canal para descongestionar el de Suez. Se creía que la enfermedad había llegado al país africano procedente de la India, la joya del Imperio británico. Si se confirmaba esta teoría, la nueva infraestructura perdería su valor.
Londres reaccionó con una investigación que llegó, por supuesto, a la conclusión más conveniente: el origen del cólera era puramente local, producto de unas malas condiciones higiénicas. Sin embargo, como cuenta Pratik Chakrabarti en Medicine and Empire: 1600-1960 (2014), el microbiólogo alemán Robert Koch, descubridor del bacilo que provocaba el mal, defendió la tesis contraria: había que buscar el origen de la epidemia en puertos como Bombay y Calcuta.
“Hacer política con los muertos”. Se oye mucho estos días esa frase, nuestras cabezas repiten una y otra vez ¿cómo va a ser posible eso? Pues lo es, claro que lo es. Y no es nuevo. Hace tiempo que la derecha española hace política con los muertos. Y mata por política. Nuestras cunetas están llenas de testigos mudos deseando alzar la palabra. Porque hay huesos que hablan más que personas. Porque hay personas que son solo carne y huesos y hay huesos que son vida. Nuestra literatura tiene carreras truncadas por balas. Os contaré que una de mis posesiones mas preciadas es una bala. Tengo un amigo que su vida es la recuperación de la memoria histórica. Desentierra libertad a golpe de brocha de las cunetas de este país. Da voz y vida a los huesos. Y recoge las balas que aparecen junto a esos huesos que forman el esqueleto de la libertad de este país diseminado en nuestras cunetas. Su sueño es recomponer el esqueleto de la libertad de la misma manera que el Museo de Ciencia es feliz cuando completa un dinosaurio. Su vida es esa, pero su vida es la vida de todas las generaciones futuras de este país. Cuando él y muchas y muchos que, como él, recogen los huesos de la libertad, completen el esqueleto de la libertad asesinada, y ese esqueleto esté donde siempre debió estar, junto a sus descendientes, este país, será libre. Mientras, somos presos del silencio, el miedo y el rencor. Este amigo mío recoge las balas que aparecen junto a los huesos. Las hace un agujerito y las pone un cordón para que te las cuelgues al cuello. Mi amigo dice que cuántas mas balas de esas cuelguen de cuellos republicanos, mas inútil habrá sido que fuera disparada. Esa bala quiso matar a un republicano. Pues aquí hay otro. Otro que lleva esa bala de adorno. El trabajo de esa bala, además de mezquino, ruin y vil, fue inútil. Aquí cuelga de mi cuello mientras escribo estas líneas. Tan inofensiva, tan pequeña, tan inútil. Seguro que habéis oído hablar de balas asesinas, de balas de plata, de balas perdidas… hoy os presento otra bala, la bala inútil, la que creyó que hizo su trabajo pero solo es semilla de lo que combatió. Y cuelga de mi cuello. La semilla ha germinado.
He visto cosas que nunca creeríais, he visto hacer política con los muertos y he visto, en esta pandemia, condenar a muerte a seres humanos simplemente por tener más años que quien firmaba su sentencia. Por ser mayor. He visto condenar a muerte a nuestras abuelas y abuelos. Y he visto a sus asesinos lucir corbatas negras de luto. ¡Qué hipócritas! Los he visto posando cual virgen dolorosa derramando falsas lágrimas que arrastraban maquillaje. Si, se maquillan para llorar. ¿Quién hace eso? ¿Quién, sumido de dolor, dedica tiempo a maquillarse primero y después llorar? Creo que solo quien busca una foto ¿no? Es evidente. Los he visto escurriendo el bulto como el más ruin de los culpables y no solo eso, culpando a otros de sus atroces sentencias. Es demencial. No lo he visto yo solo, lo ha visto todo el mundo. Y nadie hace nada. Demencial.
He visto cosas que nunca creeríais. He visto superhéroes. No, no de cómic, de verdad. Los de cómic visten como auténticos superhéroes, sus trajes están preparadísimos. Da gusto verles. Los superhéroes que yo he visto se protegían, si es que a eso puede llamársele protegerse, con bolsas de basura, con guantes de fregar, con mascarillas caducadas hace tiempo que aun oprimían y marcaban sus caras a diario. He visto a mucha gente salir a los balcones y las ventanas de sus casas a agradecérselo. He visto a representantes de los gobiernos de comunidades autónomas contratar más superhéroes porque íbamos perdiendo la batalla. Y les he visto ganarla. Con sus bolsas de basura. Con sus mascarillas caducas. Con sus guantes de fregar. Con sus caras marcadas de mil cicatrices por la pelea. Y bajo todo eso, con un corazón tan inmenso que a veces he pensado que en sus cuerpos no hay mas órganos y son todo corazón.
He visto cosas que ni yo mismo creo y las estoy viendo, he visto como los gobiernos autonómicos que contrataron a esos superhéroes los despiden tras la batalla. He visto a un partido político que propuso una paga extra para ellos votar en contra de esa paga extra sin tan siquiera sonrojarse. He visto a muchas y muchos de los que salían a ventanas y balcones quedarse en casa ahora que hay que luchar por ellos. He visto como se desprecia a los superhéroes que nos salvaron. Os juro que he llegado a pensar que, de la misma manera que esos superhéroes no tienen mas órgano en sus cuerpos que un enorme corazón, hay otros seres que en su cuerpo tienen todos los demás órganos menos este. No encuentro otra explicación por más que me devano los sesos. Solo puede ser esa. Hay gente que no tiene corazón. Más de la que imaginamos. Y con poder. Habrá que reformar los libros de anatomía. No todos los seres humanos debemos ser iguales por dentro. Estoy seguro.
He visto cosas que nunca creeríais. Y sobre ellas, debido al tiempo extra que tenía durante este confinamiento, empecé a escribir en mi facebook personal. Poco a poco, no fue al principio. Al principio, como todo el mundo, estaba atontado, el golpe me había dejado sonado. Me empeñaba en seguir las rutinas. Me empeñaba en creer que esto sería cosa de 15 días o un mes y trataba de mantener viva la llama de mi grupo, la llama de mi vida. Hice entrevistas. Hice muchas conexiones por todo tipo de videoprogramas. Tratábamos de animar a la gente, de hacerles pasar mejor el confinamiento. Aprendía a hacer directos de instagram (nunca supe ni quise saber) a usar diferentes programas de videoconexión, y empecé a pasar mas horas de lo habitual en facebook. Empecé a leer opiniones de mucha gente y, lo confieso, empecé a alucinar. No puede ser que haya gente con tan poco criterio, con tanta ceguera, con tanto servilismo, con tanta miseria en sus corazones. Pues la hay. Vaya que si la hay.
Cambié mis rutinas. Traté de escribir mensajes que abrieran ojos, que despertaran conciencias, que dinamitaran mentiras, que avivaran cerebros. Tiraba de ironía, de humor, de verdad cruda, de lo que fuera necesario porque poco a poco, despacito pero como decían en mi pueblo con buena letra, la mentira, el engaño, la manipulación, iba ganando terreno. Uno de esos escritos lo llamé “Diccionario político de derechas – ciudadano de a pie , ciudadano de a pie – politico de derechas” y, con ironía y humor, traté de desenmascarar y traducir las mentiras que llovían a diario. Al principio era eso que en Castilla llamamos calabobos, que me gusta mas que chirimiri, es mas literal, a ver, so bobo, ¿no ves que te estas mojando? Pues ese calabobos iba, como dice su nombre, calando. Después, llovía ya de forma mas seria, y dejaba charcos que manchaban de barro durante días a quien los pisara. Y después hasta hubo tormentas, truenos y relámpagos. Y pensé, que poquito queda para que caigan ya rayos y fulminen muchas cosas valiosas que hemos ido ganando a base de lucha, sacrificio, sangre, dolor y muerte. Y nos la van a quitar con mentiras. ¡Haz algo!
Y tomé la decisión. Todo aquello relevante que escribí en mi facebook y que muestra esta evolución que os cuento y que sospecho que se ha producido en mucha más gente, lo voy a recopilar en un libro. Añadiré algunas reflexiones más que no estarán en el facebook y lo publicaré. Espero que sirvan de algo. Es una especie de “diario de un confinamiento” de alguien que sufre, mucho, viendo triunfar la mentira sobre la verdad, la injusticia sobre la justicia, el interés de unos pocos sobre el interés de todas y todos, la ruindad sobre la nobleza.
Si tras leerlo aun no ves la verdad, siempre puedes insultarme en mi facebook, no serás ni el primero ni el último, pero si empiezas a vislumbrar cual debería ser el camino correcto que como sociedad debemos tomar, por favor, actívate. Debemos tomar las calles, debemos tomar las redes sociales, debemos combatir las mentiras y los bulos en cada escenario que aparezcan. Las calles siempre fueron de las banderas rojas, nunca de las cacerolas, las redes sociales siempre fueron de los espíritus libres, no de los que secuestran libertades, actívate que nos están robando lo único que teníamos. Actívate y recuerda nuestra única arma. Ellos tienen el poder, nosotros tenemos las calles. Grábate a fuego esta letra que para mi ha sido un himno toda mi vida. La escribió El tío Luis, bajista de Obús, cuando militaba en un grupo anterior, Ira Roja y se llama “Todos nosotros”
Todos Nosotros
Ellos tienen la razón,
Nosotros tenemos la locura.
Ellos tienen la televisión.
Nosotros tenemos las calles.
Ellos tienen el dinero.
Nosotros tenemos la vida
Ellos tienen las balas
Nosotros tenemos los corazones.
Ellos tienen la guerra
Nosotros tenemos la cama
Ellos tienen la angustia
Nosotros tenemos la rabia
Ellos lo tienen todo
Nosotros tenemos lo que les falta
Ellos tienen las vicios.
Nosotros tenemos el placer
Ellos tienen las leyes
Nosotros tenemos la justicia
Ellos tienen la avaricia
Nosotros tenemos el qué más da.
Ellos tienen el orden
Nosotros tenemos la libertad
Ellos tienen la Tierra
Nosotros tenemos los caminos
Ellos tienen la angustia
Nosotros tenemos la rabia
Ellos lo tienen todo
Nosotros tenemos lo que les falta
Ellos son todos ellos
Nosotros somos nosotros.
Todos Nosotros.
Ayer os lo prometí, hoy, cerramos el libro. Ese libro que ayer os anunciaba que será una realidad a finales de septiembre o primeros de octubre y que se llamará “Ni política, ni religión ni fútbol”
A ese libro le quedaban dos textos que me comprometí a publicar y eso hice ayer publicando el penúltimo y hoy haciendo lo propio con el que cerrará el libro.
Para quien no lo recuerde, os diré que la primera palabra que podréis leer en ese libro es FIN. Así se llama el primer capítulo, el primer texto, fin. El último texto, el último capítulo, se llamará PRINCIPIO. Y os aseguro que tiene su por qué. Nos enfrentamos desde ya a un nuevo principio cuando la pandemia aun no solo no ha acabado, parece que vuelve a crecer y parece que hemos aprendido poco, pues ya vemos a los de siempre afinando sus cacerolas en esa nota musical en la que han interpretado todas sus partituras estos meses: Egoísmo sostenido. No me sorprende. Por eso, este último texto, busca otras músicas. Habrá que hacer, entre todas y todos los que creéis que “Egoismo sostenido” es el diábulus in música del siglo XXI, una preciosa sinfonía en clave de sol radiante. De vosotras y nosotros depende, os dejo el último texto de lo que será mi primer libro, un libro que dictó la necesidad, el compromiso, la solidaridad, la búsqueda de la igualdad, la eterna lucha contra la injusticia.
El primer libro de un músico debería ser sobre música, el primer libro de un heavy, debe ser de lucha contra las injusticias. Yo siempre he dicho que no soy músico. Yo, con orgullo y plenamente convencido de ello, toda mi puta vida he sido heavy y todo lo que de ella me queda por gastar, seré heavy. Nací en el barrio de los que perdían siempre al fútbol y nunca me gustó perder porque, desde muy pequeño, vi que nos ganaban con trampas. Desde entonces decidí que tenía un claro objetivo en la vida por el que lucharía desde todos los frentes que pudiera. Desde el educativo en mi profesión y desde el musical en mi pasión. Ese objetivo era ganar, con el equipo de los que perdíamos y sin fichajes extraños ni trampa alguna aunque ellos las hicieran, la liga de la vida a la vez que eliminábamos para siempre la copa del rey. No será fácil pero antes de que mi participación en la liga de la vida acabe, estoy seguro que voy a ver a mi equipo ganarla y quedarse el trofeo en propiedad y además, voy a ver como desaparece la copa del rey. Estoy seguro. Tan seguro como que, ahora mismo, en este justo momento, es el primer minuto de ese último y definitivo partido.
PRINCIPIO
En nuestro último disco, “Somos Belial”, hacemos la versión de Ángeles del Infierno “El principio del fin” Ellos cantaban “es el principio del fin, sangre en la tierra, fuego en el cielo, es el principio del fin” Hicimos este tema como homenaje a los Ángeles del Infierno, una banda que nos encanta y que creemos que está un poquito olvidada, porque siempre ha sido mas fácil para todo dividir las cosas en dos, papa o mama, pop o rock, rojo o facha y en cuestión de bandas españolas ochenteras, tocaba elegir entre Barón u Obús. Y siempre, ese tipo de planteamiento, es injusto. Es injusto porque se olvida a mucha gente. Papa o Mama. ¿Y los abuelos? ¿Y las tías y los tíos? ¿Y tus primas y primos? Que no. Pop o rock ¿Y el jazz? ¿Y la música clásica? ¿Y el reggae? ¡Que no! Rojo o facha. ¿Y el anarquismo? ¿Y el apoliticismo? ¡¡Que no!! Y claro Barón u Obús. ¿Y Ángeles del Infierno? ¿Y Sobredosis? ¿Y Panzer? ¿Y mis adorados Ñu? ¿Y Goliath? ¿Y Santa? ¿Y Tigres? ¿Y Banzai? Bueno, paro, que el metal español ochentero me gusta todo. Queda claro. Era hora de reivindicar a Ángeles del Infierno.
Pero hicimos ese tema por algo más. Ahora, pensando, creo que en el disco “Somos Belial” ya tenía yo en mente que algo pasaría que nos llevaría a un principio. Y así lo explico en el libreto de ese disco. Reflexionaba sobre esa letra de Ángeles del Infierno y preguntaba ¿Es el principio del fin o el fin del principio? Llegó la pandemia y llegó la respuesta a esa pregunta. Debe ser el fin del principio. Lo tengo clarísimo. El fin de ese nuevo principio que nos quieren inculcar desde el miedo a perder lo poquito que nos van a dejar. Nos llenarán la cabeza con la idea de que “es lo que hay” Habrá que bajar sueldos… es lo que hay. Habrá que aumentar horas de trabajo… es lo que hay. No podemos admitir inmigrantes que no hay trabajo para todos…es lo que hay. Habrá que trabajar en casa, poniendo la luz, el ordenador, la calefacción, el aire… la casa entera… es lo que hay. En definitiva, vais a ser los esclavos del siglo XXI… ES LO QUE HAY.
Pues no. Os decía al principio de este libro que es fácil demostrar que aquellas cosas que nos enseñaron como verdades irrefutables, nunca son tal. Y os lo he demostrado. NUNCA NADIE PUEDE HACER UN LIBRO QUE EMPIECE POR EL FIN Y ACABE POR EL PRINCIPIO. ¿Qué no? AQUÍ LO TIENES.
Y, como esto, TODO.
Salimos. Salimos a buscar un PRINCIPIO. No creo que, si has leído con atención todo lo que aquí he escrito, tenga que explicarte cómo debe ser.
¡Otra! ¡Otra! ¡Otra!
A cualquier banda le encanta ese momento. Lo has dado todo, pero para tu gente no es suficiente. Quieren más. Piden más. Y la banda al completo se miran cómplices sonrientes. Siempre hay más. Se saca fuerza de donde sea pero se hace otra. O se hacía otra. Ahora los festivales imponen sus leyes y te cortan cuando llega tu tiempo aunque estés segando cráneos como un hijoputa. Ahora las salas imponen sus leyes y a las once y media “esto tiene que estar despejado” que luego hay sesión disco y esos si que petan el garito…
¡copón!
¡Otra! ¡Otra! ¡Otra!
Está bien. Aun no tenemos claro cuándo y cómo saldremos de ésta. Si esto sigue, yo seguiré, habrá otra. Lo prometo. Muchas gracias por haber venido. Acercaos. Vamos a hacernos una foto de recuerdo. Quiero que salgáis todas y todos.
¡Arriba esos cuernos!
¡Arriba!
¡A muerte!
¿Está?
Luego me pasas la foto. Quiero esa foto. Todas y todos los que en ella salen somos Belial. Somos los que vamos a luchar por un nuevo y justo…
PRINCIPIO.