Artista: Mystic Prophecy
Álbum: Metal Division
Sello: Rock of Angels Records
Fecha: 10 de enero de 2020
Nota: 8/10
20 años de carrera y 10 discos de estudio avalan la carrera de los alemanes Mystic Prophecy, una banda con una dilatada trayectoria en la escena internacional que regresa en este 2020 con su undécimo trabajo discográfico, “Metal Division”.
De esta forma, la banda compuesta por Roberto Dimitri Liapakis a la voz, Markus Pohl a la guitarra, Evan K a la guitarra, Joey Roxx al bajo y Hanno Kerstan a la batería vienen con un trabajo repleto de potencia, una descarga de heavy metal del de siempre, del que suena crudo y directo, sin ningún tipo de miramiento y dispuesto a enganchar al oyente más exigente.
Comienza el disco con una batería llena de potencia y unas guitarras muy afiladas en un tema titulado «Metal División». Un corte contundente y con mucha pegada que nos va a mostrar un trabajo vocal interesante, con una voz agresiva y con un punto rasgado que le otorga bastante personalidad. En general un sonido denso y con mucha fuerza para ofrecer una apertura que deja claras las intenciones de la banda, hacer un disco directo y con mucha pegada.
El siguiente tema se titula «Eye to Eye», una canción que sube algo el ritmo respecto a su predecesora, pero mantiene esas guitarras afiladas que hemos visto antes y ese tono agresivo en la voz, haciendo un corte de esos que destilan heavy metal por doquier, con un ritmo rápido, sonidos potentes y, sobre todo, mucha fuerza. El estribillo de este tema en particular me ha parecido más que interesante, siendo sin duda el punto álgido de la canción.
«Hail to the King» es de esas canciones que según empiezan nos pueden traer a la cabeza cualquier banda de metal clásico, con una batería y unas guitarras directas y un tema que bajando un punto el ritmo respecto al anterior mantiene esa potencia con unos riffs de guitarra muy bien elaborados. El corte mantiene esa esencia que está mostrando la banda en este inicio del álbum, con un resultado muy bien trabajado y logrando hacer una de esas canciones que se hacen adictivas por el ritmo, por los solos de guitarra y por la melodía de la voz.
Seguimos con «Here Comes the Winter», una canción que arranca con un sonido de guitarra limpio al que se va uniendo otra guitarra distorsionada en un ascenso de volumen de unos segundos hasta desembocar en un tema con unas guitarras algo menos contundentes que en los temas anteriores pero igualmente excelentes, jugando además con sonido limpio y distorsionado. La voz también va a perder en algunos compases ese punto de agresividad visto en los casos anteriores pero eso nos ofrece una mejor perspectiva de los recursos vocales empleados por el cantante, al que vemos manejarse muy bien en entonaciones más graves. El estribillo es una de esas explosiones sonoras que hacen que la canción termine de entrar, siendo una de las que más me han convencido del álbum.
«Curse of the Slayer» aparenta, por el título, ser uno de esos temas que son como una bofetada recién despierto, que te espabila y te activa por artículo 33, y desde luego que una vez escuchado cumple lo esperado. Un corte muy directo, con una base rítmica plagada de potencia, con un retorno a la senda de las guitarras afiladas y la voz agresiva para volver a hacer una de esas canciones de heavy metal y punto. Un auténtico bofetón musical en el buen sentido, ya que la potencia que tiene el tema es hasta contagiosa, logrando así una muy buena canción, directa, con mucha pegada y con un derroche de fuerza considerable.
El siguiente corte se titula «Dracula», una canción con un par de revoluciones menos en cuanto al ritmo pero que sigue siendo un derroche de fuerza incontrolable. En este caso esa bajada de ritmo se compensa con una base rítmica que sigue siendo potente pero, sobre todo con la percusión, hace un trabajo descomunal. Las guitarras van a tirar de variedad de sonidos para ofrecer una de las canciones más completas de este instrumento, y a nivel vocal vamos a ver lo que más o menos viene siendo la tónica general del álbum, una voz potente y con fuerza. Ojo al solo de guitarra, con un cambio sensacional y breve en la percusión.
«Together We Fall» es la siguiente canción del álbum, un tema que arranca con mucha garra en base a unas guitarras con mucha pegada y una batería sublime a la par que sencilla. Los riffs del inicio son ese ingrediente que atrae la atención rápidamente para dar paso a la voz en un tema muy directo y con mucha pegada, que tiene uno de esos estribillos que se quedan grabados a fuego en la cabeza. No es nada que no se haya visto antes en este mismo disco, pero en este tema en particular la forma de trabajar esos recursos tiene un punto diferente de los temas anteriores, lo que le hace brillar con luz propia, siendo otro de los temas que creo que más destacan de este disco.
Un tema que arranca con un bajo muy interesante es «Die With the Hammer», que durante los primeros segundos va a jugar con las cuatro cuerdas y la voz, para dar paso a la canción más agresiva con diferencia del disco, con algún gutural incluido. Y digo que es la canción más agresiva no solo por el gutural, sino que vamos a ver la canción más compleja y potente en la percusión, con las guitarras que más contundentes me han sonado, recuperando la agresividad del inicio, y con el trabajo vocal más potente del álbum, dejando así un tema muy completo y, sin lugar a dudas, el tema más destacado del álbum, directo, potente, contundente, con garra, con fuerza, con gancho, pegada, con un cambio de ritmo para el solo de guitarra que le sienta de maravilla… Una muy buena canción de heavy metal.
Nos acercamos a la recta final del disco con «Reincarnation», un tema que baja las revoluciones en relación con su antecesor pero que mantiene la fuerza con unas guitarras sensacionales que de nuevo van a tener ese juego entre sonidos distorsionados y sonidos limpios. A ello se une una batería contundente y un trabajo vocal repleto de fuerza para lograr dejar otra canción muy interesante registrada y, sobre todo, lograr que después del huracán de la canción anterior el nivel no decaiga, algo que suele tener cierta complejidad pero que Mystic Prophecy han resuelto a las maravillas con una gran canción como esta.
«Mirror of a Broken Heart» es otra canción directa, con pegada y un solo de guitarra soberbio. En este caso vamos a poder disfrutar de un trabajo vocal excelente que le da ese plus de calidad al tema, logrando así un corte con ese punto adictivo e interesante que, a tenor de lo visto en este disco, es uno de sus ingredientes principales, lo que nos hace ver que se trata de un muy buen trabajo, ya que sin descubrir nada nuevo han logrado hacer una gran canción.
El cierre se realiza con «Victory is Mine», un tema en el que de nuevo vamos a poder ver esos cambios de ritmo, esas guitarras que juegan con el sonido a las mil maravillas y por segunda vez vamos a poder ver algún gutural, cerrando con uno de los cortes más completos del disco con diferencia, pero que al usar elementos vistos en algún tema anterior pierde ese factor sorpresa por así decirlo. Pero que esto no nos lleve a equívocos, el tema es una verdadera maravilla, siendo el broche de oro perfecto para un muy buen disco de heavy metal, crudo, directo y potente.
En definitiva, un muy buen disco de heavy metal en estado puro, directo, contundente, crudo, agresivo… Tiene todos los ingredientes que un buen disco de este género debe tener, con unas composiciones de alta calidad y con un resultado muy bien trabajado, un disco muy interesante sin duda alguna.
Joseph Draven