Artista: Hadadanza
Álbum: Juglar
Sello: Helheim Records
Fecha: 4 de septiembre de 2020
Nota: 8/10
Hadadanza es de esas bandas que no hacen mucho ruido, pero trabajan duro para lograr atraer cada vez a un mayor número de seguidores. La banda alicantina prosigue con ese mundo de fantasía particular que ya crearon en su disco debut, “Magia” (2018) en este nuevo disco, “Juglar”.
La banda, compuesta actualmente por David Simarro a la voz, José Segura a la guitarra, Alberto Quilez al bajo, Arina Kuzo al violín, Inma Ceres a la flauta y Román Morales a la batería, busca seguir fiel a esa idea propuesta hace dos años con un disco repleto de ritmos pegadizos y que les debe mantener en esa senda de crecimiento que han mostrado hasta que estalló la pandemia del Covid.
Arranca el álbum con ‘Becainiel’, una introducción donde tenemos un pequeño mix de elementos, comenzando con el ruido del viento soplando, unas rapaces y un bebé llorando que da paso a una nana interpretada por voz femenina de la mano de Any González y los llantos indicados interpretados por Sofia Quilez.
Comienza el folk que desarrolla esta formación con ‘Un Mundo de Fantasía’, una variante bastante más melódica de lo habitual por momentos pero que se agradece, ya que los instrumentos de la sección folk (violín y flautas) toman mucho protagonismo, dejando por instantes en un completo segundo plano a las guitarras (con un sonido bastante contundente) y a la base rítmica. La voz maneja a las mil maravillas su registro para lograr realizar un muy buen trabajo, especialmente el combo que realizan la voz masculina y la femenina (cortesía de Samara Campaña de Akra Leuka) en los estribillos, el punto álgido de esta carta de presentación.
Seguimos con un tema que me ha recordado bastante a los discos más clásicos de Mägo de Oz, un tema titulado ‘Soy Trovador’ y que tiene ese toque de single que, irremediablemente, nos va a recordar algunas canciones de la banda madrileña como ‘La Posada de los Muertos’. Un tema que tiene ese aire ligeramente fiestero, un ritmo animado y un sonido bastante optimista, lo que lo convierte en una de esas “canciones-single” incuestionables, pero muy bien trabajada y con un más que buen resultado final.
‘Corazón de Hojas Secas’ es un tema que arranca de una forma muy relajada, creando una atmósfera propia que, si cierras los ojos, por momentos puede traer a la mente bandas como Luar Na Lubre. El estribillo es una verdadera explosión sonora que nos trae de vuelta ese folk melódico con ese punto de potencia que le aportan las guitarras que emplea la banda en este álbum, para volver al folk, casi en estado puro, durante las estrofas. Un trabajo interesante, con un juego de sonidos muy interesante de escuchar y un estribillo excelente, que convierten este corte en un gran trabajo por parte de Hadadanza.
‘La Posada de León’ de nuevo vuelve a sonar a esos cortes de ritmos animados, con fuerza, con ese toque alegre, sobre todo en las flautas, que invitan a abrir una cerveza y degustarla mientras te dejas llevar por la música. El tema cuenta con Daniel Nogués (Lèpoka) a las voces, y no he podido evitar acordarme de canciones como ‘Molinos de Viento’ por la estructura de esta, pese a esta fuerte reminiscencia no le quiero restar mérito al gran trabajo realizado por la banda alicantina para componer esta canción, que suena francamente bien.
En ‘Sol y Luna’ la banda cuenta con la colaboración de Clara Beack (Embersland). Una canción que va a jugar con el teclado y la combinación de ambas voces para dejar registrado uno de esos cortes que invitan a cerrar los ojos y dejar que la música nos lleve. Un resultado que rompe el sonido visto hasta ahora de alguna forma, pero que lo hace en un momento muy propicio para ello y con una muy buena canción, una composición muy bien trabajada y mimada hasta el extremo, logrando así un gran resultado.
Seguimos con ‘La Biblioteca Imaginaria’, un tema que arranca con unas frases narradas como si de una conjuración se tratase y que da paso a una canción potente, con un ritmo acelerado, algo que se nota sobre todo en las primeras frases, y que desemboca en una vorágine de sonidos donde vamos a tener una de las bases rítmicas más contundentes de este álbum, si no la más. Un tema que se convierte en una especie de montaña rusa de sonidos con algunas frases entonadas a un ritmo muy acelerado. Una buena forma de retomar el sonido que la banda había mostrado en la primera mitad del álbum.
‘Magia e Ilusión’ regresamos a esos temas que nos recuerdan a los viejos tiempos de la banda por excelencia (para bien o para mal) cuando hablamos de folk metal español. Un tema que juega con guitarras limpias y unas melodías de violín y flautas exquisitas, una composición bastante bien trabajada, pero que quizá ha sido, hasta ahora, la que menos me ha llamado la atención del disco. El tema está bien trabajado y tiene ese punto en las voces, pero a nivel global y visto lo visto hasta ahora, ha sido el tema que menos me ha convencido del álbum, lo he encontrado algo flojo, quizá he echado en falta haber puesto alguna guitarra distorsionada en algún punto más allá del último estribillo.
‘Hadadanza’ cuenta con las gaitas de Zarach Llach (Lèpoka), una canción que, a diferencia del corte anterior, me ha gustado bastante, con un buen juego de ritmos y sonidos, muy bien encajados, y con un trabajo vocal destacable, que hacen que el sonido de este tema sea verdaderamente excelente. Un corte que de nuevo nos muestra esa faceta de folk alegre, de ritmos pegadizos y de estribillos que uno se pone a tararear sin darse cuenta, un gran trabajo sin duda alguna.
‘El Increíble Final’ es una canción que tiene un puñado de colaboradores: Clara Beack (Embersland), David Arredondo (Taken), Any González, el violín de Mercedes Olmeda (Ignis Anima), José Mancheño (Lándevir) y Samara Campaña (Akra Leuka). En vista de esta lista de colaboradores las expectativas con el resultado obtenido se disparan sin duda alguna, y es un tema que va a jugar a la perfección con el sonido de la formación, aunque quizá un poco más de potencia en la percusión lo habría agradecido (hay instantes donde me ha pasado realmente desapercibida la base rítmica). Un tema que explota al máximo la sección folk de la banda y el inmenso combo vocal que vamos a poder disfrutar, que se convierte sin duda en el punto más fuerte de la canción. Una canción que está muy bien, pero que si tiene algún pero es, como he dicho antes, que hay instantes donde se pierde un poco la base rítmica, y quizá ese pero es el que ha hecho que no me quede totalmente boquiabierto con una canción que, pese a todo, tiene un potencial descomunal y que es, sin duda, la mejor del álbum.
Cierra el disco ‘Una Alegre Despedida’, y es una despedida también con colaboraciones, en esta ocasión de Eva Cabot y de Eddie Blur (Saltimbankya). Un tema completamente acústico que sirve como cierre para un disco con muchas luces y alguna sombra. El tema de cierre es, como digo, completamente acústico, esa típica canción que en su momento también hemos podido escuchar en algunos discos de bandas como Mägo de Oz, con un ritmo que tiene ese punto alegre y una letra que tiene el toque de agradecimiento y optimismo, pero que suena claramente a despedida, un muy buen cierre para este disco sin duda alguna, un tema que me ha recordado incluso al ‘Somewhere Over the Rainbow’ en algún momento.
En definitiva, un muy buen álbum de la banda alicantina para seguir por la senda iniciada dos años atrás, que sienta unas bases sólidas sobre las que seguir creciendo y que muestra un potencial indiscutible, pero si debo reconocer que creo que no muestra todo el potencial que la banda realmente atesora por el sonido del mismo (por cosas como la comentada en el tema ‘El Increíble Final’), algo que, estoy seguro, se irá refinando y mejorando en futuros discos para mostrar todo el potencial que atesora Hadadanza. Unas bases, como decía antes, sólidas sobre las que construir los cimientos de una carrera que, sin duda alguna, les reportará muchos éxitos.
Joseph Draven