Artista: Andre Tonelli
Álbum: Mystic Electric
Sello: CD Baby
Fecha: 6 de septiembre de 2019
Nota: 6,5/10
El prolífico guitarrista Andre Tonelli regresa con un nuevo álbum debajo del brazo, titulado “Mystic Electric”, un disco que toda la buena pinta que tiene sobre el papel se queda un poco en papel mojado al escuchar el disco, al menos para quien les escribe estas líneas, y trataré de explicarme a lo largo de esta reseña.
Como decía, el guitarrista italiano regresa con el que es su cuarto disco en solitario, un disco donde vamos a poder apreciar una madurez incuestionable y una búsqueda de la perfección en las composiciones que se va a ver fielmente reflejada en los solos de guitarra que vamos a poder contemplar. No obstante, este disco se me queda descafeinado cuando sabemos que la mayoría de las líneas de percusión que vamos a escuchar en el disco están hechas con una caja de ritmos, algo que le resta potencial para mi gusto, ya que los giros que puede meter un batería no se pueden conseguir con una caja de ritmos.
Otro hecho que me lleva a no poner el disco con mejor nota es la ausencia total de algún corte con voz, es un disco muy técnico y que a los fans más puristas de gente como Joe Satriani entusiasmará, pero si hay algo que me gusta en este tipo de discos es meter entre medias algún corte cantado, algo que hacía a la perfección Jorge Salán en sus primeros discos o Fran Soler en sus dos discos en solitario, por hablar de músicos nacionales; ambos guitarristas hacían discos muy técnicos y donde nos podíamos deleitar con su manejo de las seis cuerdas, pero siempre había al menos un par de temas con líneas vocales para romper la monotonía, y esto es algo que al final he echado de menos en este “Mystic Electric”.
Comienza el disco con el corte que le da título al disco, “Mystic Electric”, un inicio con guitarra limpia y un bajo perfectamente audible, a los pocos segundo se une la percusión y a partir de ahí comienza el solo que lleva el hilo conductor del tema, que es puramente instrumental, y que tiene cierto aire nostálgico. Sube la potencia cuando las guitarras limpias cogen distorsión durante unos breves segundos para luego volver al sonido limpio. Como decía, una canción totalmente instrumental que sirve para deleitarse con unos solos magistrales por parte del músico italiano.
Seguimos con “Answers”, una canción que acelera algo el ritmo respecto a la anterior en base a una percusión (o caja de ritmos) algo más potente. Los solos que vamos a poder apreciar en este corte son algo más agresivos, quizá con una afinación diferente en la guitarra, pero hasta aquí llegan las diferencias entre estos dos primeros cortes, ya que por lo demás, tanto en estructura como en sonido se asemejan bastante entre sí.
“Dawn Over the City” vuelve a tener un inicio con guitarras limpias, en este caso vamos a tener como principal novedad el uso de un teclado, aunque sea de forma testimonial, y tocando en bucle ocho notas durante la duración de este tema. De nuevo un tema con un tempo relajado y propicio para centrarse en disfrutar de la calidad técnica de los solos de guitarra, sobre todo cuando las guitarras limpias se distorsionan y el sonido sube en potencia.
Con un comienzo potente en base a una guitarra altamente distorsionada tenemos “Funky Robots”, esta es gran parte de la fuerza de una canción donde la línea de bajo me ha parecido exquisita. Seguimos con cortes puramente instrumentales pero en este caso tenemos una canción con una estructura ligeramente diferente, con algo más de fuerza y con unos cambios variados e interesantes, logrando así un resultado de los que gusta escuchar en canciones de este estilo, y que muchas veces parecen muy difíciles de conseguir, por lo que en este caso el trabajo desempeñado por Tonelli es digno de admirar.
Seguimos con una canción que genera una atmósfera diferente a lo visto hasta ahora titulada “Upside Up”, este cambio de atmósfera viene producido por unos solos de guitarra que tienen un toque distinto, porque decir que tienen más calidad sería absurdo ya que todos los solos son de una calidad incuestionable. Un corte que me ha resultado bastante animado y con una melodía magistral, y esto es lo que me ha hecho fijarme especialmente en esta canción, siendo como un soplo de aire fresco en un disco que se empezaba a volver ligeramente monótono.
Encaramos la segunda mitad del álbum con “All in My Head”, una canción que derrocha potencia en los solos, con un pasaje central realmente sublime, pero en el que de nuevo la tónica general son unos solos con la distorsión justa para equilibrar la melodía y la potencia. Es una canción muy bien trabajada, esto no se puede dudar, pero que de nuevo vuelve a tener una estructura parecida a los primeros temas del disco, sin tener algún elemento que llame la atención especialmente más allá de la ya citada calidad incuestionable de los solos de guitarra.
“Eye of the Storm” se inicia con un solo agresivo que da paso a unos solos más melódicos, algo que se agradece ya que aunque sea en el inicio del tema nada más tenemos un elemento algo diferente de todo lo anterior. Una estructura interesante para este corte, donde las manos de Andre Tonelli parecen multiplicarse por momentos en algunos de los solos que podremos degustar, siendo, para mi gusto, de los mejores que hay en este álbum sin ninguna duda.
Una ligera bajada de revoluciones en el ritmo es lo que marca la tónica general de “All My Machines”, un tema con secciones que suenan tremendamente interesantes y otras que se quedan algo descafeinadas por la pérdida de potencia que experimenta el sonido, quedando así una canción de contrastes bastante marcados en base a esos altibajos que acabamos de citar. Un tema trabajado pero que quizá pierde algo de fuerza a la hora de sufrir esos contrastes a los que hacíamos referencia.
Encaramos la recta final del disco con la canción más puramente melódica de todo el álbum, “The Best We Can”. Unos solos muy interesantes acompañados por guitarras limpias y teclado, además de la base rítmica, logran un sonido muy depurado y un tema con cierto aire de optimismo, logrando así romper de nuevo esa monotonía que empezaba a ser palpable en las últimas canciones y regalando una canción completa, trabajada, maravillosamente ejecutada y con unos armónicos y unas melodías maravillosas, sin duda la que más me ha convencido de todo el LP.
Cierra el disco “Made of Stars”, una canción que se inicia sin un solo, de hecho durante los primeros compases solo hay base rítmica y guitarras limpias. El solo tiene un aire intimista, creando una de esas canciones para dejarse envolver y disfrutar de su atmósfera, degustando cada segundo de sonido como si se tratase de una copa de buen vino, tomando como los matices del vino los giros en el sonido del corte, un trabajo muy bien elaborado para cerrar el disco de la mejor manera posible.
Por tanto, como decía, un disco que tiene potencial pero que se queda a medias, ya que por momentos se vuelve un poco monótono, y se echa en falta tanto un batería que sea capaz de aportar un punto extra de potencia como algún tema cantado. De todos es sabido que Andre Tonelli no es amigo de meter voces en sus discos, y esto es algo con lo que los fans más puristas tanto del músico italiano como de iconos de la guitarra como Satriani o Joe Bonamassa en su faceta de guitarrista agradecerán y disfrutarán, pero a los que les guste un disco que ofrezca una variedad a tener en cuenta encontrarán en este disco algunos cortes interesantes, y otros donde se les hará un poco cuesta arriba su escucha. Un muy buen resultado, pero creo que siendo un poco más flexible y contando con algún músico extra (insisto en la idea del batería, al menos), el resultado podría ser aún mejor.
Joseph Draven